viernes, 4 de octubre de 2013

¿Cómo has logrado olvidarme?



Mirando la luna desde mi balcón recordaba tus besos y tus brazos dados con intensa pasión. Pensé, en ese momento, que las noches que contigo pasé me supieron a gloria. Me encantaba despertar sobre tu pecho acurrucada y no veía la hora de que tu boca encontrara la mía y dulcemente me diera los buenos días.
Pero como todo lo que empieza, maravillosamente, de color rosa debe termina así a nuestra historia le llegó su final. Fue bastante cruel debo admitir pues esa traición no la vi venir ni la esperaba de ti.
Aún en sueños, (que son más bien pesadillas), te veo a ti con mi amiga en nuestro inmaculado lecho. Que pasó luego a ser nido de culebras y de murciélagos, pues fue cuna de engaños y traiciones de dos individuos que desconocen los códigos del compromiso y la amistad.
Dichos individuos, que no saben de amor ni de honor, lastimaron a un alma enamorada que tenía ilusiones y esperanzas. Aquella alma enamorada creía en el amor incondicional, en la sincera amistad y buscaba con optimismo la formula exacta de la felicidad. Pero de golpe tuvo que enfrentar la vil y cruda realidad.
Desde aquel momento la oscuridad mi ser invadió. No supe qué hacer ni cómo proseguir, sólo atiné a dar la vuelta y desaparecer. Lamentablemente ese desaparecer no fue tan literal como esperaba, creo que más bien fue una desesperada huida a la casa de mi infancia. Estando en aquella me refugié en mi cuarto de niña que no había cambiado en nada desde que había volado tras una ilusión de amor.
Ahora en la distancia, estando ofendida y sintiéndome dolida y traicionada, maldigo el día en que dejé mi casa para comprometerme con quien creía iba a ser feliz. Aun más sabiendo que para él tan sólo fui un juego o un objeto que cambió, como figurita repetida, cuando ya no le sirvió más.

Sólo espero que el tiempo se de verdad el remedio de mi dolor, la cura de mi angustia y el sabio consejero que me ayude a levantarme. Quiero creer que pronto volveré a confiar en los demás, a abrir mi corazón una vez más y a olvidarte como tú me has olvidado. Y mientras aguardo a que aquello pasé agradezco estar de vuelta entre cuatro paredes conocidas, amigas, que saben cuánto en mí ha sucedido, cuánto he crecido y cuánto me falta aún por aprender. 

Alexiss Mocçia®      


1 comentario:

  1. Hola Ale-chan, sin duda un escrito donde cada letra deja filtrar la añoranza de un amor perdido.

    Lo pondré en mi muro del facebook, espero que te animes a compartirlo en el Group's Evil y me etiquetes cuando subas una nueva entrada a tu blog. Chaus!

    ResponderBorrar