domingo, 6 de septiembre de 2015

Uno en dos:



La extrañaba tanto incluso aunque hubiesen dormido juntos hacía no más de un rato. Extrañaba provocarle sonrojos, sonrisas, berrinches, risas. Extrañaba su voz contándole coas serias, albures, bromas, trivialidades.
Extrañaba ver sus ojos cafés avellanados mirándolo y penetrando por el mar profundo de sus ojos marrón oscuro, llegándose hasta el alma donde tatuaba su nombre.
Se habían parado de la cama no hacía más que un rato y ya extrañaba su aroma, su calor y la respiración de ella sobre su pecho. Y extrañándola recordaba cómo no hacía mucho había sido uno.
Habían llegado  al éxtasis varias veces, había sido excitante, tierno, pasional todo al mismo tiempo.
Habían llenado la habitación de sudor y gemidos, incluso de alguna que otra puteada. Pero aún así ya extrañaba todo eso y por tal motivo la contemplaba vestirse como si de un sueño se tratase.
Se levantó también él y fue vistiéndose con lentitud, recordando como no hacía mucho esas prendas habían volado por acción de las manos inquietas de su amada.
Amada que intuye lo que anda rondando por la mentecita de su amor y le susurra.

—Lobito, no me voy pero tenemos que desayunar.

Él sonríe, se da vuelta y la besa. Se deja envolver por sus brazos el cuello y la toma de la cintura.
Con renuencia corta el beso y le responde.

—Lo sé panterita, pero siempre te he de extrañar porque sos mi mundo entero.

La que sonríe ahora es ella, lo vuelve a besar y concluye.


—Uno en dos siempre, mi amor. 


Alexiss Mocçia®  

(El crédito de la imagen no es mío)


sábado, 5 de septiembre de 2015

Almas que se intuyen:



Cada encuentro,
trae su propio cuento.
Y parece que México
no se halla tan lejos


Cada vez más me embeleso.
Cada vez más me enamoro.
Cada vez es más lo que siento.
Cada vez más se eleva mi deseo.


Deseo de reflejarme en el café de sus ojos.
Deseo de dormir acurrucada en su pecho.
Deseo de perderme en la inmensidad de su cuerpo.
Deseo de hacerme con el sabor de sus besos.


Besos que se vuelven ansiosos,
por acción de nuestros labios carnosos
que juegan a provocarse
y en su ida y vuelta mil emociones encienden.


Se encienden pasiones.
Se encienden sentimientos.
Se encienden ilusiones.
Se encienden pensamientos.


Y es la locura coherente
la que acorta la distancia
y hoy hace posible
que mi guerrera esté más cerca de Argentina.


Guerrera que de a ratos es princesa
y me vuelve a mí caballero.
Y en otros momentos es la roca
que sostiene mi firmamento.


Los miedos quizás abunden
pero su voz los ahuyenta.
Las emociones quizás se desborden
mas su nombre las encausa.


Porque para una mente loca retorcida,
siempre hay una mente loca soñadora.
Porque para dos soledades desveladas
siempre habrá noches de luna que acompañan.


Acompañan con música y conversaciones,
el hacerse el amor de mil formas.
Acompañan con caricias y confesiones
el extrañarse y sentirse a todas horas.


La Esperanza logra llegar a Alejandría
en cada hora y en cada día
cuando dos almas deciden ser una
desafiando lógicas y distancias.

Alexiss Mocçia®