sábado, 25 de febrero de 2012

La lluvia y la niñez:





La lluvia incesante caía,
y a mi recordar me hacía.
La niñez a mi mente volvía,
y se podía ver una niña que feliz sonreía.



Esa niña todo lo quería,
y a muchas cosas le temía
Muchos sueños ella tenía,
y nunca se detenía.



A sus preguntas
buscaba respuestas.
Y al tiempo la vuelta
le encontraba.



Con sus juegos se entretenía,
mientras muchos no la entendían.
Y cuando menos lo suponían
ella sin parar crecía.



Pasó la primavera
Pasó la secundaria.
Y tuvo en ella,
cosas feas y cosas bellas.



En un lapso corto
Supo de alegrías y tristezas.
Y aunque todo es poco,
conoció traiciones y bajezas.



Ahora está en otra etapa,
y al terciario ella apuesta.
Con muchas esperanzas, ella sueña
con ser de su vida la dueña.



Espera tener triunfos,
sin olvidar que el camino también se hace de fracasos.
Tiene miedo igual que ayer,
pero sabe que todo ha de sortear si tiene fe.



Confía en que será feliz,
en que volverá a sonreír.
Y en que con otros ha de compartir,
Sus ganas locas de vivir.


                                                                                                                                                                   Alexiss Mocçia®

martes, 21 de febrero de 2012

Una obra de arte solo para nosotros mismos


Si dejara yo de escribir en este preciso momento, ¿le importaría a alguien?. Creo que no, que a nadie le interesaría saber mis razones por las que dejaría de escribir. Y eso porque a ese mismo nadie o alguien no le interesa ni le importa lo que escribo. Es mas me arriesgaría a afirmar que ni se ha enterado de que escribo. Pero si todo eso ya sé me pregunto por qué aún espero que alguien aplauda mis escritos o se llegue a identificar con al menos una frase. Supongo que pueden los antropologos tener en esto razón y ser cierto que los seres humanos tenemos la necesidad de ser aplaudidos y ovacionados. Sea cual sea nuestra vocación, nuestro trabajo o nuestro don queremos que nos reconozcan y nos tengan en cuanta. Buscamos siempre que alguien diga "que estupendo trabajo", "es una maravilla" o "nadie podría haberlo hecho mejor" entre otras cosas halagadoras. Pero en el fondo sabemos que no siempre hemos de conseguir  lo que buscamos. Por ende debería ser otra cosa la que nos motive a hacer nuestro trabajo. Deberíamos hacer lo que nos gusta por el solo hecho de que nos gusta. Algo así como lo que decía Oscar Wilde "el arte por el arte" y no preocuparnos por lo que otros quieren de nosotros. Si queremos decir algo por más insignificante que sea digamoslo, pintemoslo,o escribamoslo. Hagamos de lo que sentimos, pensamos y creemos una obra de arte aunque solo sea bello para nuestros ojos y a pesar de que el único que se deleite con ella sea nuestro corazón.