martes, 29 de diciembre de 2009

El mar


Existen historias que hacen referencia del mar como una fuerza mística, altamente poderosa, que todo lo vence y nada ni nadie lo puede detener.Él hace erosionar las piedras, hundir grandes y pequeñas embarcaciones, encantar a aquel que se detenga a mirarlo y ser vital para los humanos, pues sus aguas son una gran fuente de energía.
Pero volviendo al tema de que el mar inspira a todos las artes y de que eso no cabe duda voy a dar algunos ejemplos. Por ejemplo en ciertas pinturas se puede apreciar el mar, algún barco hundido en él, una persona melancólica contemplándolo, o una pareja de enamorados que camina abrazada bajo la luna llena y a orillas del mar.
En el ámbito de la arquitectura, los mejores estilos se encuentran en las abadías, castillos y casas que se hallan alrededor de algún mar. Y ni que hablar de los centros termales que aprovechan sus aguas saladas para uso medicinal.
En algunas esculturas es muy común ver delfines sobre la cresta de una ola o fuentes con decorados de seres que habitan en él.
En el ámbito de la fotografía es casi complementario y característico alguna del mar, sobre todo una ola rompiendo contra las rocas.
En la literatura es imprescindible utilizarlo, tanto en novelas, como en cuentos y poesías, el mar es un elemento descriptivo que aporta interés y sentido a la obra. Siempre es romántico y pintoresco incluirlo en alguno de estos géneros: En el terror nos sirve para describir el lugar como sombrío, tétrico y oscuro. En el suspenso es un fenómeno impredecible que puede alterar la historia. En la aventura se presenta como un obstáculo turbulento o prueba inevitable del destino. En los relatos románticos es un testigo incondicional que acompaña amores juveniles, pasiones pasajeras, amores prohibidos, amores no correspondidos y amores de y/o para toda la vida. Y en la poesía siempre es un elemento que invoca a la nostalgia y a la melancolía, siempre que se recuerda un amor.
En el teatro, no siempre, pero hay veces en las que hace referencia a una playa con su cristalino mar.
Y en el séptimo arte, el cine, no hace falta expresar que siempre que el personaje central reflexiona o recuerda, lo hace en la orilla del mar.
Y es que algo místico ha de tener, pues todo lo mágico parte de él.
Así que cuando estés cerca del mar, respétalo, contémplalo y admíralo, ya que influirá en ti y tu alrededor, con un sutil y envolvente poder. Te brindará su energía y de seguro cambiara tu vida o por lo menos la perspectiva que tienes de ella.
No lo olvides hay magia, mística y misterio entorno del mar. En él hay miles de historias que jamás se sabrán y que en él siempre estarán; secretos escondidos en sus entrañas y tesoros ocultos en sus profundidades.
Pero sobre todo el mar tiene un extraño embrujo o particular encanto, que te atrae, te fascina y te atrapa, como una trasgresora pintura, una excelente arquitectura, una perfecta escultura, una sugerente fotografía, una romántica poesía, una sutil obra de teatro o una exquisita película.
Sin lugar a dudas el mar será parte de ti como lo es él de la tierra.
FIN

 Alexiss Mocçia®

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Carta abierta para todos en estas fiestas



Estimados/as:
Me dirijo a ustedes con el fin de expresarles mi alegría por las fiestas que llegan. Alegría que está más allá de la emoción de abrir un regalo, alegría que trasciende y me transforma en alguien con la esperanza y la confianza, en el hoy y en el mañana, renovadas.
De esa alegría es de la que quiero hablar en estas vísperas, pues es mi deseo que todas puedan sentirla y empezar el año que viene con fuerza, entusiasmo y fe; y espero que este mensaje contribuya un poco en eso, pues quiero contribuir, en estas fiestas, con mi pequeño grano de arena, para continuar con este momento de cambio. Pues bien se sabe que las fiestas son una muy buena oportunidad para que el cambio florezca. Cambio que en cada uno será distinto, cambio de perspectiva, de sentimientos, de pensamientos, de mentalidades, de valoraciones. Pero sin lugar a dudas el cambio se dará, ya que nada permanece estático en las fiestas.
En la vida todo fluye, nada está quieto, pues lo que se queda quieto se estanca y lo que se estanca impide que se vea más allá. Es como un árbol que no deja ver el bosque o las nubes que tapan las estrellas; además lo estancado no deja crecer, madurar ni evolucionar, y lo peor es que hace que uno sufra y se enferme. Por eso en estas fiestas hay que fluir, hay que dejarse envolver por la alegría, para que ésta pueda transformarnos. Alegría que proviene de pasar estas fiestas con los que más queremos y compartir ese momento.
Además hay que aprovechar, los que creemos en Cristo, que la navidad es el día de su nacimiento, lo que nos da otro motivo para festejar, alegrarnos y dejar que su inmenso amor nos renueve la esperanza y la confianza, nos aumente la fe, nos de fuerza y nos empuje hacia delante con el soplo de vida del Espíritu Santo. Y para los que no creen, la vida misma hace en su ser lo que Dios y Jesús en el corazón del creyente, pues como dije antes en la vida todo fluye, todo sigue su curso, nada se queda quieto, y por sobre todas las cosas nada se pierde todo se transforma.
Es por todo esto que deseo que en estas fiestas todos podamos disfrutarlas y compartirlas con los que más amamos, para poder gozar de la alegría y de la magia que poseen y traen ellas.


¡Felices Fiestas!

lunes, 21 de diciembre de 2009

En plena armonía



Un río a lo lejos,
su clamor a lo llano.
Una ribera muy verde,
y una vegetación floreciente.


Un sol radiante,
y una brisa relajante.
Animales en su hábitat,
y el hombre en plenitud.


Se oye una suave melodía,
que inspira lo mejor de la vida.
La alegría invade nuestro corazón,
y mejora nuestro interior.


El viento en nuestra casa,
y la luna una sonrisa nos regala.
Nos sentimos en plena armonía,
al llegar el nuevo día.

 Alexiss Mocçia®
(el crédito de la imagen no es mío)

jueves, 10 de diciembre de 2009

Palabras



Todo el “mundo” puede hablar y escribir, pero pocos son los que se ponen a pensar en el poder que tienen las palabras, por ser ellas mismas, por constituir nuestro lenguaje y por el sentido que nosotros le damos al emitirlas o recibirlas.

Las palabras las usamos sin percatarnos de su verdadero significado y valor, no le pedimos permiso al lenguaje, directamente nos apropiamos de ellas y las utilizamos a nuestro antojo. Palabras que forman parte de un discurso, de una canción, de un cuento, de una poesía y porque no de una obra de teatro. Palabras que se usan bien y otras que se usan mal, insultos o piropos, elogios o descalificaciones. Palabras que buscan el encuentro y el acuerdo y otras que alientan el desencuentro y el desacuerdo. Palabras que apoyan la igualdad, la integración y la tolerancia; y otras que promulgan la desigualdad, la discriminación y la intolerancia, (tratados, treguas, capitulaciones, acuerdos, declaraciones, testimonios, confesiones), así es como usamos las palabras.

Palabras que a la larga se dilatan, palabras que pierden significado o adquieren otro. Palabras irrelevantes que se vuelven importantes. Y así se suceden las palabras, a veces parecen decir todo y de todo, y otras no dicen nada o suenan efímeras y/o sin fuerza.

Pero en todo el proceso nos olvidamos que ellas son valiosísimas por ser solo ellas, tienen poder en sí mismas, son parte del lenguaje y son necesarias desde que el hombre adquirió un lenguaje articulado. Lejos de la invención de la escritura, la palabra tomó cuerpo y se adueñó de las escenas de la vida cotidiana.

Y por más que hoy cambiemos sus significados, consultemos poco el diccionario, las utilicemos mal, ellas siguen siendo tan importantes como en el ayer, pues pasado, presente y futuro no existirían sin las palabras, ya que todo lo hermoso que se nos puede ocurrir como “rosa”, “beso”, “amor”, “felicidad”, no sería posible sin las palabras.

En definitiva ellas fueron, son, y serán las protagonistas de la historia. Orales o escritas, las palabras vienen y van y sus huellas, en cada paso, dejaran.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El rencor y los celos



Los celos me consumen.
El rencor me corrompe.
La traición la conciencia me acribilla,
y la pasión me asesina.


Es como sí todo contra mí complotara.
Es como sí todo me amenazara.
Le temo hasta a mi sombra,
y desconfío hasta de mi palabra.


No sé en que creer.
No sé que hacer.
No sé cómo proceder.
Y no sé a quien condenar y a quien defender.


No le creí a mi amada.
No le creí a mi amigo,
al que quería como a un hijo
y ya no me queda nada.


Todo he perdido.
Nada me ha quedado.
Todo se ha acabado.
Por eso estoy muriendo.


Por culpa de los celos,
por culpa del rencor
escribo esto desde el cielo
y por perdón a Dios le ruego.

 Alexiss Mocçia®

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ensoñación de amor


Prisionera soy de mi imaginación y también soy esclava de mi idealización. Desde muy pequeña todo lo dramaticé y lo exageré. Mi vida encaré como una obra de teatro donde un actor se arma un personaje y se inventa una realidad. Y por más que sé cual es la realidad y la fantasía y logro diferenciarlas no puedo evitar sentirme mejor en mi esfera de cristal, «en mi mundo» como dicen algunos. Seguro que por eso lo que mejor me sale es escribir. Las palabras surgen de mí como un torrente incansable y llego a hasta poder expresar mis emociones y sentimientos por medio de la palabra escrita. Es más en cada uno de mis cuentos se puede apreciar mis miedos, mis sentimientos, mis deseos, mis sueños, mis cosmovisiones y mis idealizaciones. Son estas últimas la que más problemas me han traído pues me han hecho creer en grandes imposibles que me han entristecido, ya que no he podido en este caso separar fantasía de realidad. No me pasa seguido pero cuando me gusta alguien me ciego a la verdad. Dejo que mi idea idílica del amor, que supongo se debe a que todavía no tuve novio y no sé cómo es estar en pareja, domine mi mente y mi corazón manejando a su antojo mis pensamientos, mis sentimientos, mis acciones y mis reacciones. Cuando esto sucede lastimada salgo yo pues siempre una burbuja, (por no decir un mundo), se rompe y la verdad que siempre aflora me da la cara contra la pared. Y esto me pasó no hace mucho. Conocí un chico, entable una amistad con él, y de un momento a otro empecé a interesarme por él más allá de nuestra amistad y con esto mi imaginación se hizo un festín. Me inspiró un cuento y lo idealicé a partir de ese momento. Todo en él me parecía perfecto incluso sus defectos. Me reía de sus chistes, lo escuchaba, lo apoyaba y lo ayudaba en lo que necesitara. Al lado suyo me sentía bien, segura, protegida y feliz hasta podría arriesgar que me sentía extrañamente completa. Y cuando pensaba en él, o hablaba de él con mis amigas, parecía una frágil niña o una tonta enamorada. Me sonrojaba, me ponía nerviosa y no sabía como explicarme.
Pero todo cambio el día que él apareció con novia. Mi globo se pinchó y mi sueño se derrumbó y con él todas las expectativas y esperanzas que tenía. Ahora todo de él me cae mal, no lo quiero ni ver. No puedo reírme con él ni tampoco escucharlo; a veces hasta quiero evitarlo. En otras palabras ya no lo banco. Podría decir que me enoja, me molesta, me irrita y que lo odio. Indudablemente todo lo que ayer consideraba perfecto hoy me parece incompleto, imperfecto, insoportable incluso hasta sus mejores cualidades. Es evidente que debería estar enojada conmigo por haber caído en una ensoñación de amor, y no con él ni con su novia cuando nada ellos hicieron más que seguir su corazón. Pero al salir de esto herida, humillada y haber quedado como una tonta al creer que, entre él y yo, algo más que una amistad podía pasar; echarle la culpa y eludir mi responsabilidad reaccionando de manera negativa, pero no evidente, hacia su persona parecía la mejor opción a seguir. Pues siempre es más fácil echar la pelota a un costado que hacerse cargo de una inmadurez o error.
Pero equivocarse es humano como también lo es el darse cuenta de ello y tratar de remediarlo. En este caso no le hice nada a él lo que debo remediar esta en mí, es decir arreglar lo que la ensoñación produjo. Mi trabajo se centrara en hacerle entender a mi corazón y a mi mente que lo que se esfumó solo han sido esperanzas, expectativas, sueños que jamás hubieran sido concretados. Y luego de esto olvidar todo, dar vuelta la pagina, seguir adelante con mi camino y buscar de una vez por todas una real y concreta relación.