lunes, 17 de agosto de 2015

Lo que oculta el sol, lo devela la luna:


«De guerrera tengo la sangre», dijo una mirando su reflejo. «Reina soy y se hace lo que digo yo», expresó otra también viendo su reflejo.
La genética había puesto espada a una, corona a la otra y el destino las había puesto en el mismo camino.
Caballero defensor de la reina sería una, esclava de la mirada de ese caballero sería la otra.
Y aunque ésta última reina, soberana y poderosa había nacido daría su reino por conquistar el corazón de su caballero. Sin saber siquiera que una fémina igual que ella, se escondía detrás de esa radiante armadura.
Tiempo pasaron juntas sin sacarse las mascaras. Reina egocéntrica  y arrogante una, caballero testarudo y orgulloso la otra.
Hasta el día en que un baile de carnaval en el que todos buscan ser otra cosa, mostró la verdad de estas dos damiselas en apuros, atrapadas en roles dados por herencia de sangre.
En un giro la reina tomó la cintura de su caballero y al oído le susurró «De guerrera tienes la sangre ¿verdad?». La caballero dio esta vez el giro y tomando, ahora ella, la cintura de la reina murmuró «Reina eras y se hace lo que dices tú ¿cierto?».
«Soy más de lo que tus ojos han visto y tus oídos escuchado» respondió la reina. «Lo mismo su majestad», contestó la guerrera.
Viendo ambas por sí misma, en esta ocasión, no lo pensaron dos veces y desaparecieron en silencio del salón.
Cuentan que en palacio se amaron como una y como dos. Que la luna testigo fue de la pasión y de la ternura con la que hicieron suya a la una y a  la otra. Relatan que el sol enamorado de ellas dos, retrasó su aparición y dejó que la noche durara un poco más.
Dicen que los grillos no interrumpieron esa noche, que las estrellas alumbraron tenues como velas, y que en reemplazo de los grillos se escuchó un ruiseñor mezclado con los gemidos de las dos.
 Cuentan, y creo que exageran un poco, que fue la culminación de la utopía de Platón cuando el ser partido en dos vuelve a ser un todo de cuatro brazos, cuatro piernas, dos corazones hechos uno y dos mentes vibrando casi al unísono. Pero de esa forma sucede siempre entre los que se aman, sean hombre y mujer, hombre y hombre o como en este caso mujer y mujer.
El encontrarse, reconocerse y complementarse no es tan utópico como dice Platón. Es tan solo cuestión de ver con los ojos del corazón lo que se oculta bajo la luz del sol. 

Alexiss Mocçia®      


(El crédito de la imagen no es mío)

domingo, 16 de agosto de 2015

La rosa y el trovador:



El infinito se abre para él pues se ha enamorado otra vez. Trovador de esos que ves con el laúd a la espalda y los oyes silbar mientras por el camino van.
Saluda a todo los que se cruzan en su camino y sonríe con dulzura a los niños que corretean por ahí. Mohín infantil y mirada de alma viajera, son sus cartas de presentación.
Primero se enamoró de la idea del amor y ahora en esta oportunidad se ha enamorado de una dama tan fresca como la primera rosa que florece en primavera. Ella no es reina, pero lo parece por la riqueza que en su corazón yace.
Es simple, simpática y algo despistada. Hija del molinero, ayuda cada mañana a hacer el pan y lo vende en el pueblo.
Tiene mirada triste y cansada porque lloró la muerte de su primer amor, en esa tonta cruzada que no sirvió de nada.
 De a ratos canta un vieja canción que habla de amor, de guerra y de un adiós. Y es tonto pero para el trovador cada vez que la escucha sale el sol y cree percibir el aura de su rosa.
Se une así con su laúd a la melodía y entonces el amor hace su magia e incorpora gaitas al encuentro.
Las gaitas solo las escuchan los enamorados, cuando Eros decide entrelazar corazones. Hilos invisibles que se tejen entre la rosa y el trovador.
Y en el cielo sonríe el sol aquel caballero que en una cruzada perdió la vida y la oportunidad de hacer feliz a la hija del molinero.
Dicen que las lágrimas que él derramó antes de su último suspiro fueron la tinta con la que esta historia; entre rosa y trovador; fue escrita por Eros, un laúd y las gaitas del amor.

Alexiss Mocçia®    

(El crédito de la imagen no es mío)