jueves, 21 de septiembre de 2023
sábado, 2 de julio de 2022
El bardo de la taberna:
El bardo hace sonar
la guitarra y todos ahogan su desamor en una cerveza de galeón. Se cantan
leyendas y todos recuerdan las hadas que les rompieron el corazón.
Viejos proverbios
se mezclan con consejos de amor. Los jóvenes escuchan a los ancianos y
descubren que éstos han llorado.
Hay preguntas que
mueren en el aire, mientras las armonías de una gaita se suman a la guitarra
del bardo. Poesía que los forasteros no comprenden pero sienten y se hermanan
con los locales, porque también han tenido amores que se perdieron en el mar.
Lagrimas que se
acumulan en los ojos, suspiros que llenan la taberna, y la cerveza de mesa en
mesa. Material que el bookman recolecta, hará quizás de esto una
tragedia o una comedia.
O quizás otra
poesía para gaita y guitarra. Y eso porque en esta tierra aún no existe el
bandoneón. Pero ya habrá más penas para que las cante Malena, mientras tanto
dejemos que esta historia la cuente el bardo de la taberna...
Alexiss Moçcia®
A la vuela de la esquina…una nueva partida:
Con un puñado de
sueños en los bolsillos, camino por la orilla del mar donde nos conocimos.
Recuerdo tu sonrisa y las palabras tontas que nos dijimos.
Recuerdo tu mirada
y mis nervios. Recuerdo nuestros primeros besos, nuestras primeras caricias.
Los deseos que tejimos en sabanas viejas. El departamento que tuvimos, donde
soñamos con una familia y un hogar.
Recuerdo las
promesas, realizadas y fallidas. El último beso y nuestra despedida. Recuerda
la sonrisa deslucida y un par de lágrimas que por el rostro se nos caían.
Recuerdo tu mano
dejando la mía. Una palabra apurada que deseaba suerte y el inicio de un duelo
que puede ser permanente.
Mas para ti fue
como un doblar la esquina, y en nada ya estabas de la mano de alguien más. Comenzaste
pronto a soñar y avanzar, los besos y caricias llenaron de nuevo tu vida.
Mientras a mí me
quedaban las heridas, los agujeros de bala y el corazón hecho trizas. Susurros
en la noche que me sabían a fantasmas y demonios en un placard que me aterraban.
Levantarme y avanzar fue toda una osadía, y aún no sé si lo he conseguido a ciencia cierta. Pero al menos puedo decir que tengo los bolsillos llenos de sueños de nuevo. Y vengo a esta orilla sólo a decirte adiós.
Un adiós simbólico,
a nuestros momentos, a mis fantasmas, a mis demonios. A nuestros besos,
caricias y promesas. A lo que dijimos u omitimos. A lo que hicimos y a
lo que no. A lo acertado y a lo fallido.
Hoy dejo que las
olas se lleven todo lo bueno y lo malo. Todo lo que pesa en mi mochila, todo lo
que ya no voy a usar. Me dejo sólo lo que aprendí para no olvidarme cómo amar.
Y así quizás pueda
encontrar mi felicidad, al dar vuelta en una esquina, como tú hiciste tiempo
atrás. Y aunque mi futuro es incierto, decreto hoy que en el tablero de mi vida
vuelvo los dados a lanzar para iniciar una nueva partida...
Alexiss Moçcia®
De lo que hablarán las malas lenguas:
Suavemente voy cayendo en tu embrujo, sutil encanto que se ve
en tus ojos. Un movimiento de cadera y me tienes a tus pies, con que tan
simples pasos pierdo la cabeza y me vuelvo una fiera.
Eres tú la presa y yo el cazador, pero con el fuego en tu ser
logras a tu favor poner el juego. Mueves las piezas del ajedrez y tiendes la
red de seducción que me lleva a la perdición.
Dame la miel de tus labios, déjame beber la ambrosía de la
fuente de Diana, déjame recorrer tu mapa geográfico, déjame perderme entre tus
calles, déjame erigir mi puerto en tus valles.
Hagamos de esta noche una aventura, perdamos la cordura,
dejémonos llevar por la sabrosura. Pasos desbocados, besos apasionados, gritos
ahogados.
Se llena el silencio de una habitación y ya no importa quién es
el infiel. Arden pieles bajo el satén de unas sabanas desordenadas, y quién
sabe que depare el mañana cuando la noche es tan larga y cerrada.
Cazador y presa se entrelazan, en una danza que espanta. Se
confunde pies y cabezas, manos y lenguas. Se escurren el sudor, lágrimas de
amor y un néctar especial y esto no ha hecho más que comenzar.
Mañana las malas lenguas hablaran, con sus dedos señalaran...
que en aquel cuartucho de hotel brilló el mal. Que dos lirios decidieron la ley
romper, que la dama del rey fue infiel con el soldado que nació mujer...
Pero la noche aun sigue siendo nuestra y por eso me atrevo a
proponerte una danza nueva. Balancéame más, acércate más, enloquéceme más,
hazme olvidar la realidad. Quiéreme así entre lo tierno y lo rudo, entre lo
femenino y lo masculino, entre la tierra y el mar.
Quiéreme como no has querido a nadie más. Hazme tu rey y tu
peón, hazme tu reina y tu sirvienta. Sé mi salvación y mi destrucción, llévame
al cielo y al averno. Déjame que te llene de mí, déjame llenarme de ti.
Locas de deseo rompamos la alcoba, démosle de qué hablar a esas
malas lenguas que mañana nos señalaran.
Que llore el rey en su prisión de cristal, que sepa que su
mariposa aprendió a volar.
Y entre besos, mordidas y balanceos juremos que en otro tiempo
hemos de coincidir de nuevo. Y que en esa otra oportunidad no importara
en que cuerpos estarán nuestras almas, igualmente nos volveremos a elegir
siendo más valiente que en el ayer.
Así que princesa vuélveme a besar, a rozarme con tu swing, a
embriagarme con tu aroma, a incitar a mi fiera, a danzar con las estrellas.
Vamos que la noche aún no se termina y sigue siendo nuestra hasta que se atreva
salir el sol...
viernes, 22 de abril de 2022
Impúdico arte:
(El crédito de la imagen no es mío)
Gotas
de lluvia
sobre
un cuerpo sin vida.
Misterio
que engendra la neblina.
Nadie
sabe tu nombre, pero si conocen tu osadía.
¿Te
alimentas de tus victimas
o
cual si fueras un dios juegas con sus vidas?
Sea
cual sea tu perversa treta,
pronto
estarás tras las rejas.
Sigo
de cerca tus pasos
y soy
metódico en todo lo que hago.
Te será
imposible
escapar
de este joven y astuto detective.
¡Oh,
pero qué imbécil he sido
al no
intuir este cambio de sino!
Por
un adverso descuido
en
tus garras he caído.
Como
una débil presa,
me doblego
ante tu destreza,
y en
la danza en la que tienes el poder
me
arrastras a un tormentoso placer.
¡Oh,
impiadoso ser
engendrado
por el demonio, tú mujer!
Dominando
un impúdico arte,
escribes
con sangre la agonía del placer.
Alexiss Mocçia®
viernes, 30 de julio de 2021
Aprendiendo de nuestra locura coherente
Aprendiendo a mirar con tus ojos, me vi hermosa. Me vi
grande, me vi fuerte.
Aprendiendo a escuchar con tus oídos, escuche mi fragilidad
y pude abrazarla, escuche mis fantasmas y los invite una cena.
Aprendiendo a hablar con tu boca, me pedí perdón, me perdoné
los errores del ayer, solté “te quiero” atorados en la garganta e inicié el
duelo de aquellos que perdí en el camino.
Aprendiendo de tus pasos abracé una felicidad que no creí
merecer, y me encontré con tu mano en la vereda de enfrente invitándome a saltar
para avanzar una vez más.
Y sé que no quieres que te dé las gracias, pero amor me conoces bien y sabes que sí lo haré.
Gracias por ser musa, por ser lectora, por permitirle a esta escritora conquistar tu corazón. Gracias por abrir un jardín solo para vos y para mí.
Gracias por darle rienda suelta a nuestra fuerza de
pantera y lobo. Gracias por hacer de nuestra locura coherente nuestro
estandarte y no temer a la sonata húngara que solo nuestros besos, caricias, palabras,
actos, risas, llantos y recuerdos saben tocar…
Alexiss Mocçia®
miércoles, 30 de junio de 2021
A propósito de Blackfish (Contiene spoilers de la película):
Gracias a un club
del cine al que pertenezco tuve la oportunidad de ver Blackfish, película de
2013 dirigida por Gabriel Cowperthwaite, y me gustó tanto que le dedicaré unas
palabras a modo de análisis.
Análisis que
aviso contendrá spoilers, por lo que si no las has visto y planeas hacerlo no
continúes con la lectura.
Tras el aviso
procedo con el análisis. Primero quiero destacar que el género documental es
uno de mis favoritos, así que la película en cuestión corría con algo de
ventaja.
Mas hay que tener
en cuenta que los documentales pueden resultar lentos, complejos de abordar o,
todo lo contrario. Y este es también un punto a favor de este film.
Su abordaje es
sencillo, con una narrativa fácil de seguir y de entender. Además no tiene un
ritmo lento, ya que las imágenes acompañan el relato. El cual no es otro que
una recopilación de testimonios ante un suceso trágico, (o varios más bien),
que tiene como protagonistas a las mal llamadas ballenas asesinas.
Desde el inicio
nos atrapa con la escalofriante llamada al 911, en la que se informa que una
mujer cayó a la piscina de un parque marino y se requería ayuda.
Una secuencia
después escuchamos otra llamada donde se comunica que la mujer en cuestión es
una entrenadora del parque y ha sido asesinada por una orca.
Acá la
incomodidad nos invade el cuerpo, y estamos ante la incertidumbre de si el
documental nos advertirá del potencial peligro que es el más grande depredador
marino o si es otra su intensión.
Y en medio de un
fondo azul y una orca nadando se pasa a la propaganda de Sea World, la cual se
percibe está dirigida a los niños y nos vende un mundo de ensueño.
Ensueño que unido
a las llamadas iniciales sabemos está destinado a ensombrecerse, puesto que no
es más que una ilusión, y detrás del producto de entretenimiento que se nos
pretende vender hay mucho más que desconocemos como las profundidades mismas del
océano.
Aquello se
refuerza con los testimonios de algunos ex entrenadores del parque, que cuentan
cómo quisieron formar parte de aquel lugar desde el momento en el que lo
visitaron siendo niños. Sintiendo como un lujo el haber cumplido aquel sueño infantil
pero reflexionando, tras los funestos hechos, de que nada era como lo
imaginaban y arrepintiéndose de algunas de sus acciones.
Y digo hechos
porque no sólo se trata del fallecimiento de Dawn
Brancheau causado por la orca Tilikum; sino que este suceso es sólo el
inicio de una investigación por parte de OSHA (Administración de Seguridad y
Salud Ocupacional), que deja al descubierto como 70 paginas de “accidentes” con
orcas en Sea World y parques asociados.
De los cuales
tres más, además del mencionado, han sido fatales y son anteriores al de Dawn.
Dos suceden en Canadá, e involucran a Tilikum por la década del ’90, quien se
cobró la vida de una entrenadora (nadadora olímpica) y de un vagabundo.
El tercero sucede
en Loro Parque, ubicado en Tenerife, España y con el resultado de la perdida de
Alexis Martínez a causa del ataque de la orca Keto (cría de Tillikum).
Lamentablemente este caso es en el que menos se ahonda y eso le ha bajado
algunos puntos a mi parecer, porque queda como dato de color y no como parte de
la investigación.
Con estos hechos
saliendo a la luz también se ponen en la mesa las condiciones en las que viven
las orcas en cautiverio, la gran mentira que venden las publicidades que
promocionan este tipo de entretenimiento y la precariedad laboral a la que
están sometidos los entrenadores.
Respecto al
último punto todos los entrevistados reconocen que los requisitos pedidos para
ser entrenador son mínimos, alcanza con ser carismático y saber nadar. Pero no
tienen una preparación profesional, no son biólogos marinos, que sería lo que
requeriría el tratar con animales como las orcas. Y de ahí que cada uno de
ellos se encuentre en peligro en cada uno de los shows.
Lo expuesto nos
lleva inmediatamente al punto de lo que pretenden vendernos las publicidades,
que no es otra cosa que hacernos creer que estar en los mencionados sitios es
beneficioso para dichos animales y que les estaría mejorando la vida.
Aquello no solo
es una falacia, sino que para convertirse en nuestro entretenimiento las orcas
pasan por un montón de situaciones que en vez de ayudarlas sólo degradan su
tiempo de vida y su comportamiento natural.
Empezando por el
hecho de que para estar en aquel parque son brutalmente cazadas, cosa que es
relatada de manera detallada por uno de los pescadores que atraparon a Tillikum.
Y si aquello no
fuera suficiente también se produce una ruptura de lazos entre el grupo al que
pertenece la orca cazada, lo que es totalmente nocivo para estos animales. Puesto
que las orcas son seres que viven en sociedades matriarcales, con roles determinados
y formas de comunicación particular (que varía según los grupos).
Entonces si se
las junta indiscriminadamente se generan roces entre las orcas, ambiente hostil
que es peor para los machos (como Tillikum) que tienen menos posibilidades de
mantenerse alejados de las hembras en piscinas tan pequeñas como en las que son
puestos. A diferencia del océano donde pueden nadar a cierta distancia si las
hembras se ponen tensas.
La alimentación
tampoco es la ideal, debiendo recurrir a vitaminas para completarla. Dado sobre
todo porque utilizan la comida como parte del entrenamiento, llegando a
dejarlas sin ella cuando no obedecen o les sale mal algún truco (según relatan
los mismos cuidadores y entrenadores).
A esa encadenación de cosas se le suman el estar
en piscinas no solo pequeñas sino poco profundas lo que produce que el sol queme
la piel de las orcas (por lo que las pintan con un compuesto a base de zinc para
que no se note y les brille la piel en los espectáculos). O piletas con poco mantenimiento
que hace que estos animales se coman parte de las mismas y se terminen
enfermando de los intestinos.
Todo aquello trabajando
contra reloj dentro del animal que termina acumulando frustración, estrés, depresión
y sin poder manejarlo se vuelve contra su entrenador. A menos esas es una de las
teorías que manejan cuidadores, entrenadores y expertos que hablan en el documental
pero que sin dudas reducen el promedio de vida de las orcas respecto a la que
tendrían en libertad.
De hecho ese es
un dato que se reitera en el documental, ya que la diferencia es grande. En cautiverio
viven entre 25 y 30 años, mientras que en el océano una orca macho puede vivir
hasta los 50 años y las hembras hasta los 100.
Y ya con todo
este panorama explicado llegamos a la parte donde del juicio a Sea World sólo
se logró que se pusieran vallas entre las orcas y sus entrenadores. Y ante el
gusto a poco que da aquello vemos como los ex entrenadores (muchos de los
cuales habían conocido a Dawn Brancheau) inician un movimiento para que de una
vez cierren estos parques.
Mas, y aunque se
muestra aquel accionar del movimiento, el film no pretende prohibir que se vaya
a dichos parques sino más bien que se tenga consciencia de aquello que no te
cuentan. Si vas a consumir este tipo de entretenimiento es bueno estar
informado de todo lo que hay detrás, de todo lo que lo conforma y no quedarse
con el producto final que nos parecería de ensueño.
Y es aquello
último, que rescaté del film, lo que me llevó a reflexionar sobre un parque que
se encuentra en mi país, en la ciudad de San Clemente del Tuyú. Dicho parque se
llama “Mundo Marino” que prácticamente es la traducción literal de “Sea World”,
lo que encendió mis alarmas y me motivó a investigar.
La investigación
arrojó cosas no sabía: Como que es un parque que si tiene relación con aquel de
Orlando; a tal punto que los de Sea World han venido a extraerle semen a la
única orca que le queda al parque (Kshamenk) para preñar a dos de las orcas
mencionadas en el film (Kasatka y Takara), tras ya no poder usar a Tillikum como
semental por su reiterado comportamiento violento.
Otra cosa que no
sabía y que me dio gusto descubrir, es que en mi país existen Guardafaunas
(Guardaparques) que se encargan de proteger y estudiar a las ballenas y orcas
que se pueden avistar en la Península Valdés.
De los cuales
destaca Roberto Bubas versado en bilogía marina y considerado el “elegido de
las orcas” puesto que puede convivir y “hablar” con ellas. Quien da
conferencias sobre el comportamiento de las orcas y ha iniciado el movimiento
que busca acabar con los shows con animales en mi país y la liberación de
Kshamenk (la única orca cautiva de Sudamérica).
Escucharlo me hizo
sentir agradecida con mis padres por no llevarme al parque marino, a pesar de
que había sido como “El sueño de mi niñez”.
Si bien las razones para no ir eran económicas
también se trataba de que ese tipo de lugares (incluidos zoológicos que si he
visitado) no eran los favoritos de mi madre.
Y conforme fui
creciendo me di cuenta de por qué no le gustaban, y es que no se necesita ser
muy experto para saber que no están dadas las condiciones para que esos
animales puedan vivir bien. Y no se trata solo del cautiverio, lo cual ya es
cruel y nocivo, sino también de la ubicación geográfica de donde parten.
Un león es de la
sabana y Argentina no lo es. Un oso polar necesita el frío de los polos, no los
treinta y pico de grados que hay en Buenos Aires en verano. Y no hay agua con
cloro que pueda imitar las condiciones de temperatura y ph del océano o del mar
que necesitan orcas, delfines y lobos marinos.
Así que a la hipótesis,
de uno de los entrevistados en el film, sobre si “¿se pueden imaginar un mundo
sin Sea World?” podemos decir; contrariamente a su respuesta; que sí.
Y lo podemos imaginar porque un mundo sin parques marinos es un mundo donde las orcas (y otros muy diversos animales encerrados en similares sitios) vivirían en libertad, en su hábitat, tal cual nos lo muestra una de las últimas escenas del documental. En la cual los ex entrenadores avistan un grupo de blackfish (como llamaban los indígenas a las orcas) nadando majestuosamente en su hogar y no sufriendo con el fin de ser nuestra diversión.