domingo, 31 de marzo de 2013

Felices Pascuas para todos


Hoy Domingo 31 de Marzo del Año 2013, es domingo de pascua. Este día es importante tanto para cristianos como para judíos (pesaj), y también para la gente que no es religiosa. Para los primeros nos hace recordar la resurrección de nuestro mesías y el perdón de nuestros pecados, para los segundos se conmemora el Éxodo que emprendieron del Egipto de Ramses II, guiados por Moisés, y los 40 años que pasaron en el desierto. Y para los que no profesan ninguna religión es la pascua de lo huevitos y la rosca que se comen rodeados de las personas que amamos. Pero más allá de estos simbolismo creo que todas estas formas de sentir la pascua tienen una esencia común, algo que las une y las hermana. Y eso es que en estas celebraciones reina la paz y la armonía. Se busca la reconciliación y el perdón, y se trata de pasarlo en familia regocijándonos en el amor, en nuestras tradiciones y en la alegría de encontrarnos todos juntos.
Por eso, y por los tiempos no tan calmos que estamos viviendo,  quiero que hoy más que nunca busquemos la reconciliación y el perdón para con los otros y para con nosotros mismos. Hoy apostemos al amor y a la paz, (amor hacia el otro y hacia nosotros mismos, paz con el otro y con nosotros mismos).
Llenemos nuestros corazones de bondad y ternura para decirle basta a los odios, a los rencores, a la indiferencia y a la discordia sin sentido que marcan cada día de nuestras vidas. Tendamos nuestras manos a nuestro prójimo, (que no nos importe la religión, la ideología, la etnia o la posición social que ostente), y poco a poco veremos como se irá construyendo puentes que nos acercan, nos aúnan, nos hermanan y no humanizan de pies y a cabeza. Pues no creo que sea cierto que el hombre es por naturaleza alguien egoísta, avaro, interesado, y perverso. Sino miren las cosas maravillosas que ha hecho cuando se ha juntado con otros, cuando ha dado una mano al hermano necesitado, cuando ha luchado inclusive por aquellos que habían perdido, o les habían arrebatado, la voz. Creo que nuestra mente puede hacernos confundir el camino, al llenarnos de prejuicios y estereotipos; mas nuestra alma sabe como somos en esencia y ella nos volverá a la senda correcta. Por eso es que debemos aprender a querer a nuestro prójimo como a nosotros mismo, para ponerle fin a las discordias  para encontrar soluciones a los problemas diarios de todos los días y a los grandes problemas también; y para lograr la tan necesaria tolerancia de la que carecemos cada vez que nos relacionamos con el otro. Después de todo ante Dios y la Naturaleza somos todos iguales, y debería ser igual antes nuestro ojos, pues aunque pensemos diferente, nos vistamos distintos, tengamos otras creencias, otras tradiciones, otros idiomas, otras banderas, nada nos hace mejor que otros. Cada pensamiento, sentimiento, creencia, idioma, bandera, tradición, están valida como cualquier otra. No nos creamos dueños de una verdad absoluta y universal, sino más bien démonos cuenta que somos constructores o arquitectos de pequeñas verdades que forman un Todo. Somos como los hilos de un gran tapiz, juntos formamos un gran diseño.
 Así que en estas celebraciones pongamos en movimiento nuestra bondad y nuestra ternura, busquemos la paz y la concordia, empecemos a querer a nuestro prójimo como a nosotros mismos, celebremos la vida con alegría, fe y esperanza. Y démonos a la tarea de tender puentes de tolerancia, y respeto para que crezcamos fuerte como hermanos, y compañeros de vida que sueñan con un mundo mejor.
 Y ahora sí me despido de todos ustedes con mis mejores deseo para estas pascuas:









 


martes, 19 de marzo de 2013

Oración de San francisco de Asis


Hoy más que nunca, por lo tiempos tumultuosos que estamos viviendo, que sin duda llevan aire de cambio, quiero dejarle a todos mis amigos sean creyentes o no la bellisima oración de San francisco de Asís. La elijo, pues a mi parecer es la oración más hermosa y sencilla de todas, que sin lugar a dudas nos invita a una reflexión interna y sincera con nosotros mismo. A la vez que nos mueve a llevar al mundo un mensaje de amor, esperanza y paz. La escojo también por haber tomado la comunión en una parroquia franciscana, y porque siempre que estuve a punto de caer y rendirme sentí como Dios y esta oración reconfortaban mi espíritu y me animaba a seguir adelante y a no bajar los brazos:


domingo, 17 de marzo de 2013

Recuerdos de mi madre.


"Querida Ale:
          Si todos los hombres, si todos los sueños convergen en un mismo océano somos gotitas en el mar. Haz posible el mayor de tus sueños. se vos , sin limite ni ataduras. Libre de vos, libre de mi. Te quiere mami ".  Esto que he transcrito es un mensaje que me envió mi mamá por mail hace un tiempo y que por estas fechas volví a releer. Hoy mi madre no esta más con nosotros. Ha partido en ese largo viaje que a todos en algún momento nos ha de tocar emprender. Y como es inevitable su ausencia me duele y me desgarra por dentro. Y a pesar de que han pasado cuatro años de su partida yo lo siento como si hubiera sido ayer. Quizás se pronuncié aún más su ausencia debido a que por estos días estoy viviendo una crisis existencial y me faltan, hoy más que nunca, las palabras de animo y confort que siempre encontraba en mi madre. O simplemente se trate de que la soledad ha invitado a la nostalgia para que en este día yo recuerde a mi madre y a sus palabras, gestos y miradas.
 Por estos días estoy sintiendo que me falta mi fiel confidente esa persona especial que me entendía con una sola mirada, que podía intuir porqué lloraba o qué es lo que me molestaba. Me faltan esos brazos en los que encontraba consuelo y fuerza en donde podía sentirme yo misma, donde mis flaquezas no eran usadas en mi contra. Hoy siento que no cuento con una persona que llore conmigo y a la vez intente hacerme reír, que siempre desee mi felicidad y me ayude a perseguirla.
Siento que me soltó, (creo que demasiado pronto), sin saber si yo tenía bien atadas mis alas y hoy me duele cada paso que doy. Siento que no le agradecí lo suficiente, que siempre estuve esperando la aprobación de otra persona porque creí que a ella la tendría para siempre. Y hoy no sé si mi mamá supo cuanto la quería.  
Hoy su ausencia ha hecho más honda mi soledad y en mi corazón, alguna noches, se cuela la melancolía haciéndome derramar algunas incontenibles pequeñas lágrimas. Y es que en la distancia me doy cuenta que la mayor parte del tiempo la que ha tratado de mantener unida esta familia, quien más se ha sacrificado en pos de nuestra felicidad, quien ha puesto mucho de si misma para sacarnos una sonrisa y a la vez nos ha enseñado con ejemplos y nos ha regañado por nuestro bien ha sido mi madre.
Y es entonces que temo que ahora que no está todo eso se pierda. Se pierdan sus valores, sus tradiciones, sus palabras, la fuerza que ella nos daba para superarnos, el lazo que nos mantenía unidos.
Y es que se está haciendo muy difícil volar sola sin su guía. Es que hoy me doy cuenta de que ella era un gran pilar en mi vida. Es que me gustaría darle un abrazo de vez en cuando  o que me vuelva a decir que «las cosas van a estar bien»  y que «Dios ya proveerá». Pero sé que ya no podré abrazarla, ni escucharla, y debe ser eso más sumado a que mañana es mi cumpleaños lo que me ha hecho recordarla con tanta fuerza y tanto dolor. Igualmente sé que desde donde esté desea que aquí mi papá, mi hermana y yo sigamos adelante y encontremos la mejor manera de ser feliz.
Sin embargo hoy quería escribir para no llorar tanto, y afirmar que seguiré adelante. Seré yo, seré libre y feliz. Mas también diré que algo de mí se perdió el día que mi madre partió y ese algo de vez en cuando vuelve a mí cuando la recuerdo. Como en el día de hoy que leyendo ese mail la pude sentir un poquito más cerca de mío.