domingo, 17 de marzo de 2013

Recuerdos de mi madre.


"Querida Ale:
          Si todos los hombres, si todos los sueños convergen en un mismo océano somos gotitas en el mar. Haz posible el mayor de tus sueños. se vos , sin limite ni ataduras. Libre de vos, libre de mi. Te quiere mami ".  Esto que he transcrito es un mensaje que me envió mi mamá por mail hace un tiempo y que por estas fechas volví a releer. Hoy mi madre no esta más con nosotros. Ha partido en ese largo viaje que a todos en algún momento nos ha de tocar emprender. Y como es inevitable su ausencia me duele y me desgarra por dentro. Y a pesar de que han pasado cuatro años de su partida yo lo siento como si hubiera sido ayer. Quizás se pronuncié aún más su ausencia debido a que por estos días estoy viviendo una crisis existencial y me faltan, hoy más que nunca, las palabras de animo y confort que siempre encontraba en mi madre. O simplemente se trate de que la soledad ha invitado a la nostalgia para que en este día yo recuerde a mi madre y a sus palabras, gestos y miradas.
 Por estos días estoy sintiendo que me falta mi fiel confidente esa persona especial que me entendía con una sola mirada, que podía intuir porqué lloraba o qué es lo que me molestaba. Me faltan esos brazos en los que encontraba consuelo y fuerza en donde podía sentirme yo misma, donde mis flaquezas no eran usadas en mi contra. Hoy siento que no cuento con una persona que llore conmigo y a la vez intente hacerme reír, que siempre desee mi felicidad y me ayude a perseguirla.
Siento que me soltó, (creo que demasiado pronto), sin saber si yo tenía bien atadas mis alas y hoy me duele cada paso que doy. Siento que no le agradecí lo suficiente, que siempre estuve esperando la aprobación de otra persona porque creí que a ella la tendría para siempre. Y hoy no sé si mi mamá supo cuanto la quería.  
Hoy su ausencia ha hecho más honda mi soledad y en mi corazón, alguna noches, se cuela la melancolía haciéndome derramar algunas incontenibles pequeñas lágrimas. Y es que en la distancia me doy cuenta que la mayor parte del tiempo la que ha tratado de mantener unida esta familia, quien más se ha sacrificado en pos de nuestra felicidad, quien ha puesto mucho de si misma para sacarnos una sonrisa y a la vez nos ha enseñado con ejemplos y nos ha regañado por nuestro bien ha sido mi madre.
Y es entonces que temo que ahora que no está todo eso se pierda. Se pierdan sus valores, sus tradiciones, sus palabras, la fuerza que ella nos daba para superarnos, el lazo que nos mantenía unidos.
Y es que se está haciendo muy difícil volar sola sin su guía. Es que hoy me doy cuenta de que ella era un gran pilar en mi vida. Es que me gustaría darle un abrazo de vez en cuando  o que me vuelva a decir que «las cosas van a estar bien»  y que «Dios ya proveerá». Pero sé que ya no podré abrazarla, ni escucharla, y debe ser eso más sumado a que mañana es mi cumpleaños lo que me ha hecho recordarla con tanta fuerza y tanto dolor. Igualmente sé que desde donde esté desea que aquí mi papá, mi hermana y yo sigamos adelante y encontremos la mejor manera de ser feliz.
Sin embargo hoy quería escribir para no llorar tanto, y afirmar que seguiré adelante. Seré yo, seré libre y feliz. Mas también diré que algo de mí se perdió el día que mi madre partió y ese algo de vez en cuando vuelve a mí cuando la recuerdo. Como en el día de hoy que leyendo ese mail la pude sentir un poquito más cerca de mío.

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