sábado, 2 de julio de 2022

El bardo de la taberna:

 

El bardo hace sonar la guitarra y todos ahogan su desamor en una cerveza de galeón. Se cantan leyendas y todos recuerdan las hadas que les rompieron el corazón.

Viejos proverbios se mezclan con consejos de amor. Los jóvenes escuchan a los ancianos y descubren que éstos han llorado.

Hay preguntas que mueren en el aire, mientras las armonías de una gaita se suman a la guitarra del bardo. Poesía que los forasteros no comprenden pero sienten y se hermanan con los locales, porque también han tenido amores que se perdieron en el mar.

Lagrimas que se acumulan en los ojos, suspiros que llenan la taberna, y la cerveza de mesa en mesa. Material que el bookman recolecta, hará quizás de esto una tragedia o una comedia.

O quizás otra poesía para gaita y guitarra. Y eso porque en esta tierra aún no existe el bandoneón. Pero ya habrá más penas para que las cante Malena, mientras tanto dejemos que esta historia la cuente el bardo de la taberna...


Alexiss Moçcia®


(El crédito de la imagen no es mío)

A la vuela de la esquina…una nueva partida:

 

Con un puñado de sueños en los bolsillos, camino por la orilla del mar donde nos conocimos. Recuerdo tu sonrisa y las palabras tontas que nos dijimos.

Recuerdo tu mirada y mis nervios. Recuerdo nuestros primeros besos, nuestras primeras caricias. Los deseos que tejimos en sabanas viejas. El departamento que tuvimos, donde soñamos con una familia y un hogar.

Recuerdo las promesas, realizadas y fallidas. El último beso y nuestra despedida. Recuerda la sonrisa deslucida y un par de lágrimas que por el rostro se nos caían.

Recuerdo tu mano dejando la mía. Una palabra apurada que deseaba suerte y el inicio de un duelo que puede ser permanente.

Mas para ti fue como un doblar la esquina, y en nada ya estabas de la mano de alguien más. Comenzaste pronto a soñar y avanzar, los besos y caricias llenaron de nuevo tu vida.

Mientras a mí me quedaban las heridas, los agujeros de bala y el corazón hecho trizas. Susurros en la noche que me sabían a fantasmas y demonios en un placard que me aterraban.

Levantarme y avanzar fue toda una osadía, y aún no sé si lo he conseguido a ciencia cierta. Pero al menos puedo decir que tengo los bolsillos llenos de sueños de nuevo. Y vengo a esta orilla sólo a decirte adiós.

Un adiós simbólico, a nuestros momentos, a mis fantasmas, a mis demonios. A nuestros besos, caricias y promesas. A lo que dijimos u omitimos. A lo que hicimos y a lo que no. A lo acertado y a lo fallido.

Hoy dejo que las olas se lleven todo lo bueno y lo malo. Todo lo que pesa en mi mochila, todo lo que ya no voy a usar. Me dejo sólo lo que aprendí para no olvidarme cómo amar.

Y así quizás pueda encontrar mi felicidad, al dar vuelta en una esquina, como tú hiciste tiempo atrás. Y aunque mi futuro es incierto, decreto hoy que en el tablero de mi vida vuelvo los dados a lanzar para iniciar una nueva partida...

Alexiss Moçcia®



(El crédito de la imagen no es mío)

De lo que hablarán las malas lenguas:

Suavemente voy cayendo en tu embrujo, sutil encanto que se ve en tus ojos. Un movimiento de cadera y me tienes a tus pies, con que tan simples pasos pierdo la cabeza y me vuelvo una fiera.

Eres tú la presa y yo el cazador, pero con el fuego en tu ser logras a tu favor poner el juego. Mueves las piezas del ajedrez y tiendes la red de seducción que me lleva a la perdición.

Dame la miel de tus labios, déjame beber la ambrosía de la fuente de Diana, déjame recorrer tu mapa geográfico, déjame perderme entre tus calles, déjame erigir mi puerto en tus valles.

Hagamos de esta noche una aventura, perdamos la cordura, dejémonos llevar por la sabrosura. Pasos desbocados, besos apasionados, gritos ahogados.

Se llena el silencio de una habitación y ya no importa quién es el infiel. Arden pieles bajo el satén de unas sabanas desordenadas, y quién sabe que depare el mañana cuando la noche es tan larga y cerrada.

Cazador y presa se entrelazan, en una danza que espanta. Se confunde pies y cabezas, manos y lenguas. Se escurren el sudor, lágrimas de amor y un néctar especial y esto no ha hecho más que comenzar.

Mañana las malas lenguas hablaran, con sus dedos señalaran... que en aquel cuartucho de hotel brilló el mal. Que dos lirios decidieron la ley romper, que la dama del rey fue infiel con el soldado que nació mujer...

Pero la noche aun sigue siendo nuestra y por eso me atrevo a proponerte una danza nueva. Balancéame más, acércate más, enloquéceme más, hazme olvidar la realidad. Quiéreme así entre lo tierno y lo rudo, entre lo femenino y lo masculino, entre la tierra y el mar.

Quiéreme como no has querido a nadie más. Hazme tu rey y tu peón, hazme tu reina y tu sirvienta. Sé mi salvación y mi destrucción, llévame al cielo y al averno. Déjame que te llene de mí, déjame llenarme de ti.

Locas de deseo rompamos la alcoba, démosle de qué hablar a esas malas lenguas que mañana nos señalaran.

Que llore el rey en su prisión de cristal, que sepa que su mariposa aprendió a volar.

Y entre besos, mordidas y balanceos juremos que en otro tiempo hemos de coincidir de nuevo. Y que en esa otra oportunidad no importara en que cuerpos estarán nuestras almas, igualmente nos volveremos a elegir siendo más valiente que en el ayer.

Así que princesa vuélveme a besar, a rozarme con tu swing, a embriagarme con tu aroma, a incitar a mi fiera, a danzar con las estrellas. Vamos que la noche aún no se termina y sigue siendo nuestra hasta que se atreva salir el sol...

Alexiss Moçcia®



 

 (El crédito de a imagen no es mío)