sábado, 21 de marzo de 2015

Mis cadenas:


Mis demonios y mis fantasmas
que están debajo de mis sabanas
son la condena que me atrapa
y forman las cadenas de mi alma.


Lo que dije y lo que callé
lo que omití y lo que realicé
es lo que en las noches no me deja dormir
y el invierno es frío si no estás aquí.


Caí en la cuenta que he caído tantas veces
que creo que el suelo me ama con creces.
No hace falta que te diga que pienso sandeces
al menos una vez al mes.


Sabes de sobra que hago broma entre las cosas serias
y eso es para que no me ahogue la pena.
No mires raro, siento hoy más que ayer el peso de mis cadenas
y aunque quiera gritar las palabras se me vuelven arena.


Es que si supieras bien lo que temo
entenderías lo que siento
pero ahora solo tengo de testigo al viento
como mi fiel consejero.


No hay soles en mi esquina,
y la luna se muestra conmigo esquiva.
Se cansó de recordarme que estoy viva
y que hay esperanza todavía.


Pero el universo que nos cobija
dejo abierta una rendija
por donde mi cadenas
se encontraron con tus tijeras.


No es que hayas borrado mi pasado
solo es cuestión de que ahora paseo de tu mano.
No es que se han roto todas mis cadenas
solo es cuestión de que es más llevadera la condena.


No es que se me haya ido el insomnio
es que lo comparto contigo.
No es que haya dejado de sentir miedo
es cuestión de que te siento conmigo.


No es que se haya ido el dolor
es solo que contigo todo es un poco mejor.
No es que vea en rosa
es solo cuestión de que ya no estoy sola.


Mis cadenas están aquí.
Mis fantasmas todavía piensan en mí.
Mi condena está ahí
Y mis demonios aún se burlan de mí.


Pero muchas cosas tienen sentido
desde que me crucé contigo.
Y muchas cosas se ven distintas

desde que volamos juntas.

Alexiss Mocçia®

 
(El crédito de la imagen no es mío)

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