Jugando a lo prohibido con el destino

Tu aroma invade la habitación 
y tus pasos hacia mí van encendiendo la pasión.
Cortas con tus besos mi respiración
y con tus caricias pones a palpitar mi corazón.


Y aunque los dos sabemos que esto 
es solo un goce del momento
no podemos evitar sentirnos nerviosos
y a la vez los más poderosos.


Corren tus manos por mi cuerpo,
y mis suspiros escriben su propio cuento.
Ruedan tus besos por mi cuello
mientras mis uñas muestran que soy la dueña de tu sueño.


Nuestra respiración acompasada,
va marcando el ritmo de nuestra entrega apasionada.
Y nuestros cuerpos parecen danzar
con cada movimiento que dan.


Y queda claro que puedo con él estar
pero nadie con tú me hará vibrar.
Sabes dónde tocar y qué besar;
y sabes que me gusta mandar y disfrutar.


Y queda dicho que puedes con ella salir
pero nadie como yo te hará sentir
frío, calor, volcán y tempestad.
Y es que guardo en mí el secreto de la inmensidad.


Inmensidad de caricias, 
que bajo el mar son dadas.
Inmensidad de miradas
que son algo perversas.


Inmensidad de pensamientos
que no reparan en remordimientos.
Inmensidad de sentimientos
que nos embargan cual fuertes vientos.


Entre nuestros gemidos
se cuela el sabor de lo prohibido.
Y entre un inevitable descuido 
un nuevo ser se abre camino.


Y ante esta nueva obra del destino
solo nos toca responder por las acciones de nuestro bajo instinto.
Y lo que nunca imaginé es lo que pasa
tu tomas la palabra y nos delatas.


Aceptas la golpiza de mi prometido
y luego te fugas conmigo.
Y hoy en este país algo perdido
juntos, enamorados y felices vemos crecer a nuestro pequeño hijo. 

Alexiss Mocçia®