sábado, 24 de diciembre de 2011

Carta abierta a todos en estas fiestas:




Queridos amigos y/o conocidos:

Como todos lo años, o por lo menos desde hace dos años, cerca de estas fechas les escribo un mensaje cargado de los mejores deseos para estas fiestas y para empezar bien el año. Pero este año, al tratar de escribir, me he encontrado con un alto predicamento en cuanto al mensaje que transmitir, en otras palabras no sé muy bien que decir. Esto se debe a que muchos de mis amigos están atravesando momentos muy difíciles; como por ejemplo tienen parientes enfermos, o parientes que ya no están aquí, o simplemente se sienten mal consigo mismos o con la situación que están viviendo y no ven la solución por ninguna parte.
Además de esto se suma que en estas últimas semanas inclusive yo he estado algo bajoneada, pues he recordado las personas que han de faltar en la mesa de navidad. Esas sillas vacías son las que humedecen de a ratos mis ojos pero al mismo tiempo me hacen pensar. Y al pensar me van surgiendo las palabras que hace un rato me faltaban, entonces me doy cuenta que a pesar de que los momentos son duros, de que creamos que todo está perdido, de que sintamos que todo va de mal en peor, hay que seguir para adelante intentando ser felices, buscando nuestro camino y aprendiendo de cada paso que demos.
Por tal motivo hoy más que nunca las palabras que siempre usaba mi madre cobran sentido; ese "navega mar adentro" es la fórmula más adecuada para ser practicada en el nuevo año que pronto comenzará. Pues esa frase nos invita a arriesgarnos, a aventurarnos en nuestra propia vida, a tomar las riendas de esas vida y guiarla hacia aquello que nos hace bien, y a la vez nos induce a hacer una introspección para que miremos dentro nuestro y podamos cambiar esas actitudes que nos hacen mal y nos enfrenta con todo el mundo. Mas el cambiar esas actitudes no tiene que ser para agradar a los demás sino para evitar seguir lastimándonos y aislándonos; ya que si nos aislamos estamos como escapando de la vida, es decir estamos dejando de intentar, de buscar y de aprender; así no lograremos ningún cambio, mas bien solo conseguiremos estancarnos.
Por eso en estas fiestas tratemos de ver que podemos cambiar en nosotros mismos para que lo que está en nuestro alrededor también cambie. Que estas fiestas nos sirvan para volvernos más reflexivos, más optimistas y más temerarios. Deseo que el año que viene los obstáculos no nos paralicen sino que nos motiven a intentarlo con más ganas, también que no bajemos los brazos y que sigamos buscando nuestro camino y aprendiendo de cada experiencia vivida.
Y esto lo deseo porque creo que Dios, el cosmos, la vida, la energía como querramos llamarlo, sumando a que nuestros seres queridos, que ya no están, quieren que seamos felices y nos invitan a volver a soñar, a creer y a sonreír; además nos proponen que naveguemos mar adentro hoy y siempre.
Espero que este mensaje ayude a los que más quiero a no rendirse, a no sentirse nunca más solos, y a mirar la vida con otros ojos.
Y por último, llegando al final de mi carta, quiero que estas fiestas sean felices para todos, que nos sirvan para llenarnos de lo mejor para comenzar con todo el año que viene, que la pasemos bien con los que más queremos y que nunca olvidemos que debemos ser nosotros mismos y ser libres a pesar de todo.
Les deseo a todos:

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!

Alejandra Edith

No hay comentarios.:

Publicar un comentario