viernes, 19 de marzo de 2010

Vencerá el amor




El sol alumbra tus pupilas y el viento tu rostro acaricia. Estoy desde hace dos horas mirándote sin tener el valor de a ti acercarme.
Te arreglas un rulo de tu pelo y peinas tu barba candado con los dedos. Yo sigo vacilante mirándote desde la esquina. Miras impaciente tu reloj y parece que has de marcharte, clara señal que anuncia que debo dejar mi lugar de vigilancia y acercarme a ti. Con pasos sigilos voy hacia donde estas. A pocos centímetros de ti te das vuelta, corres hacia mí, me tomas en tus brazos y depositas un cálido beso en mis labios.
No puede ser que me ames tanto, no puede ser cierto que seas mió en este instante. Pero todo es verdad me amas, eres mió y no te iras de mi lado jamás. Has encontrado en mí a tu otra mitad, dices que soy tu alma gemela y que tu vida he completado. No te imaginas sin mí y temes que me vaya.
Todas las noches que amanezco junto a ti crees que es un sueño. Y yo te demuestro que no lo es cayendo rinda a tus besos.
Siempre tratas de demostrarme que quieres que me quede junto a ti para siempre.
Odias que te recuerde que me debo a otro con el que mi padre me quiere casar, cada vez que lo hago amenazas con marcharte.
No dices todos los días que me amas pero tus gestos y tus miradas valen más que mil palabras.
Hoy nos hemos decidido y hemos enfrentado a mi padre y a mi prometido. Por suerte ha triunfado el amor y hemos podido alcanzar la libertad.
Ya no me escondo te amo, me amas y ahora eso lo sabe todo el mundo.
Cerca estamos de decir «Si quiero, acepto» frente a un altar. Nos entra el pánico pero al mirarnos vemos en nuestros ojos un brillo sin igual y sentimos que nuestros corazones laten a un mismo latir. Y por eso con entusiasmo elegimos unir eternamente nuestras vidas.
Hoy que ha pasado diez años de esa vez siento que nunca he sido más feliz. Veo que todo nos ha salido bien cuando miro dormir a los dos frutitos de este amor. Y de repente apareces, me tomas de la cintura y besas tiernamente mi cuello. Me doy vuelta, te beso en los labios y juntos nos vamos a dormir.
Y allí viéndonos, mirándonos y sintiéndonos sabemos que esta historia no tiene fin.
FIN
 Alexiss Mocçia®

No hay comentarios.:

Publicar un comentario