martes, 23 de diciembre de 2014

Soy esta que ves:



Soy esta que ves,
femenina y masculina todo la vez.
Delicada en el sentir,
elegante en el vestir.


Ruda cuando se trata de defender mi criterio, mi tradición,
mi familia, mi educación
mi sueño y mi pasión.


La palabra justa,
la verdad incomoda,
salen de mi boca
según las provocan.


Tengo el paso firme
y la mirada ardiente.
Tengo un corazón que se va quitando el disfraz,
y ante mi espejo virtual me muestra sin antifaz.


Y luego se traslada a lo real,
aquello que me daba miedo confesar ayer.
Y descubro que siempre quise saber,
lo que se siente el verdadero querer.


Aquel que te hace el alma arder,
que te deja sueños con los que no sabes que hacer,
que despierta esa pasión dormida
y tu mirada domina.


Y hoy he descubierto todo eso en el mirar de una mujer,
en aquellos ojos en los que se reflejó mi verdadero ser.
Allí me vi tan desnuda como lo estuve al nacer,
y comprendí aquello que todos llaman crecer.


Me sentí diferente.
Me sentí coherente.
Me sentí viva.
Me sentí más yo misma.


Quizás no era lo que se esperaba de mí, pero tal vez estaba contemplado en mi destino.
Quizás siendo la de ayer no hubiese seguido este camino,
pero no es algo que yo haya elegido
sino más bien algo que se ha topado conmigo.


Y aunque todo parece teórico,
se siente más real que el olvido.
Y aunque todo es tan nuevo e inquietante,
parece que más osada me encontrase.


Valentía que me invade.
Armonía que estremece.
Equilibrio que adormece.
Y claridad que fortalece.


Gira de nuevo un mundo detenido.
Gira con renovado propósito.
Gira en un sentido distinto.
Gira con la fuerza de un remolino.


Pero no me asusta lo que depare el futuro
porque tengo un plan seguro:
Disfrutar cada segundo de mi «yo» real,
que esconderse ya no quiere.  

Alexiss Mocçia®

(El crédito de la imagen no es mío)

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