Esos seres queridos que se volvieron estrellas

Mirando el cielo pienso que aquellos que no están más aquí entre nosotros, se pudieron volver estrellas del más infinito firmamento. Que me hace creer en eso, solamente la necesidad de sentir que no todo esta perdido, que si bien mi madre ya no esta más conmigo desde algún lado me sigue cuidando y guiando. Y porque no pensar en que son estrellas, si no hay nada más bello que ellas, de una luz tan intensa que parecen irreales y tan inalcanzables que no puedes tocarles. Pero lo que más me lleva a pensar en la posibilidad de sentir a las estrellas como esos seres queridos que ya no están aquí en este mundo, (lejos obviamente de la ciencia que dice que son esferas centelleantes de fuego, yo eso lo sé y no pienso desmentir a los científicos, esto es otra cosa), es que aunque no las podamos ver todas las noches, ellas siempre están. Además quien no ha estado triste y desesperado y ha mirado al cielo y encontrado que una estrella, más que otra, estaba brillando como acompañando ese dolor o momento angustiante. Por eso mismo es que no me parece tan descabellado sentir que las personas que más hemos amado y que por alguna razón hoy no están con nosotros, se han convertido, aunque sea por momentos, en esas hermosas estrellas que adornan nuestro cielo y que acompañan nuestro largo peregrinar.