martes, 30 de septiembre de 2014

Al fin regresé:

(El crédito de la imagen no es mío)


Saliendo de la ducha
me entrego a mi propia lucha.
E imagino que tú ya lo sabes,
pues me conoces más que nadie.


Veo con desprecio el cuerpo que en mi cama yace
y me preguntó por qué fui tan tonta ayer.
Y otra vez te logro en mi mente ver
diciéndome «Eso te pasa por no saber perder».


Me acerco a la ventana,
esperando que el frío viento traiga algo de calma.
Y me enojo porque tengo que darte la razón,
me da miedo y pavor perder el control.


Contigo lo pierdo todo;
 y no queda más que miedo en mi saco roto.
Pero otra vez vuelve tu voz diciendo «Revisa mejor»,
y caigo en cuenta que lo que en realidad queda es amor.


Maldigo la forma que tienes de moldearme a tu antojo.
Maldigo tus carnosos labios que me dejan hecha un manojo.
Maldigo tus manos experta que logran dejarme despierta.
Y maldigo ese «Te amo» con el que, después de nuestra entrega, me arropas


Maldiciéndote me voy vistiendo;
y recorriéndote con mis dedos te pienso.
Entonces caigo en cuenta, que tú eres mi cielo
y yo soy tu templo.


Corro o vuelo
a nuestro adorado encuentro.
Corro o vuelo
con miedo a que te hayas marchado.


Tomo temblorosa la llave
de debajo del carmesí tapete.
 Entro sigilosa a tu departamento
y te encuentro contemplando, por el gran ventanal, las luces sobre el tejado.


Sentada sola,
allí en la penumbra,
te me presentas como una sublime obra de arte
y tengo miedo de romperte al abrazarte.


Pero las ganas pueden más,
y te asalto por detrás.
Sé que sabes quién soy y sonríes de par en par
por lo que no me sorprende que nos estemos a punto de besar.


Beso que en mí dice
«Al fin regresé»,
y en ti narra
«Bienvenida a casa».


Y al girarte completamente hacia mí susurras,
ese «Te amo» que arrulla.
Y esta vez yo respondo,
«También te amo» perdiéndome en el brillo de tus ojos.

Alexiss Mocçia®


No hay comentarios.:

Publicar un comentario