jueves, 20 de diciembre de 2012

Mala conjunción de temperamentos


Esas veces en que las miradas y los gestos de quienes amas se vuelven en tu contra. Esas veces en que sientes que todo lo que hagas caerá como una patada. Esas veces en que pierdes el rumbo, en el que quieres hacer las cosas bien pero la torpeza hace que tus pasos firmes enflaquezcan y te tiren al suelo. Esas veces son las que me hacen enojar, la que me sacan la seguridad, las que cierran mi garganta y me llenan de angustia. En esas veces quisiera gritar, decir lo que siento sin importar lo que pase luego. Pero pierdo en el ultimo instante el valor y me acallo o digo algo que ni siento. Solo porque el momento me sobrepasa y quedo impotente ante el hecho. ¿Cómo manejarse ante el fiero temperamento del otro?, ¿Cómo reaccionar ante sus continuos sarcasmos, sus ofuscaciones y malhumores constantes?. ¿Cómo hacer que tu, no dócil, temperamento no te meta en un brete?, ¿Cómo manejar tu escasa tolerancia o tu falta de paciencia al cambio del otro?, ¿Cómo hacer para que tus ofuscaciones y tus malhumores no te lleven a pasar de un grato momento a una situación inaguantable?. Saber estas cosas lleva tiempo. Y no es nada fácil manejar los temperamentos, sobre todo entre hermanos. Cada cosa puede mal interpretarse y llevar a la pelea. Y aunque uno quisiera que la cosa sea diferente, cuando los temperamentos son fuertes, en ambos lados, la cosa cuesta más. Pero me gustaría en este espacio tan impersonal, tan distante, tan frío, tan virtual; abrirte mi corazón. Solo a vos hermana, poder contarte con las palabras escritas lo que no me animo a decir de forma frontal, de forma oral. Quiero que sepas que aunque nos peleemos no dejo de quererte y de desearte lo mejor. Sos una persona de hierro, estás a mi lado en todo momento. Sos esa mano que jamás traiciona, que jamás defrauda. Sos brutalmente sincera cuando buscas que vuelva a la realidad y deje de delirar. Sos terriblemente tierna y sensible cuando necesito un abrazo, cuando tengo ganas de llorar. Compartimos mil cosas juntas y nos paso de todo, pero seguimos enteras y con ganas de ir para adelante. Pero aún así hay momentos en los que no podemos ni soportarnos. Y es verdad que eso pasa entre hermanos. Sin embargo a veces me enfado con vos por cosas que no tienen que ver con vos específicamente, que no son las típicas de hermanos. Sino que tienen que ver con lo que pasa conmigo, y en este año sobre todo en el que tuve más crisis que en cualquier otro, te he trato como a un trapo. Mis frustraciones y mis fracasos, y hasta las cosas no resueltas con papá me han hecho enojarme muy seguido con vos. Y convengamos que tampoco tú lo has hecho fácil. Tus cambios de humor a veces no se entienden, tu temperamento a veces te vuelve intratable, y ese sarcasmo, tan parecido al de mamá, en ciertas ocasiones ha lastimado mucho. Igualmente no quiero cuestionarte ni juzgarte, solo quería que supieras que creo que cuando nos peleamos se trata de una mala conjunción de temperamentos. Y que trataré de cuidarme más seguido para que haya menos situaciones inaguantables y más momentos gratos. Pero si caemos en una pelea trata de entender que en la mayoría de las veces estoy exorcizando alguna situación o experiencia que no pude enfrentar o superar. Y que las cosas que puedo llegar a decirte no son ciertas ni las siento así.

Te quiero Honey, y siempre estaré para vos.   

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