martes, 21 de febrero de 2012

Una obra de arte solo para nosotros mismos


Si dejara yo de escribir en este preciso momento, ¿le importaría a alguien?. Creo que no, que a nadie le interesaría saber mis razones por las que dejaría de escribir. Y eso porque a ese mismo nadie o alguien no le interesa ni le importa lo que escribo. Es mas me arriesgaría a afirmar que ni se ha enterado de que escribo. Pero si todo eso ya sé me pregunto por qué aún espero que alguien aplauda mis escritos o se llegue a identificar con al menos una frase. Supongo que pueden los antropologos tener en esto razón y ser cierto que los seres humanos tenemos la necesidad de ser aplaudidos y ovacionados. Sea cual sea nuestra vocación, nuestro trabajo o nuestro don queremos que nos reconozcan y nos tengan en cuanta. Buscamos siempre que alguien diga "que estupendo trabajo", "es una maravilla" o "nadie podría haberlo hecho mejor" entre otras cosas halagadoras. Pero en el fondo sabemos que no siempre hemos de conseguir  lo que buscamos. Por ende debería ser otra cosa la que nos motive a hacer nuestro trabajo. Deberíamos hacer lo que nos gusta por el solo hecho de que nos gusta. Algo así como lo que decía Oscar Wilde "el arte por el arte" y no preocuparnos por lo que otros quieren de nosotros. Si queremos decir algo por más insignificante que sea digamoslo, pintemoslo,o escribamoslo. Hagamos de lo que sentimos, pensamos y creemos una obra de arte aunque solo sea bello para nuestros ojos y a pesar de que el único que se deleite con ella sea nuestro corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario