jueves, 24 de febrero de 2011

Una noche que nos duele a los tres:



Me sorprendiste un noche con la guardia baja, de mi descuido te aprovechaste y desde entonces fui tu esclava.
Al despuntar el día me di cuenta de mi error. Y se acabó allí mi alegría al percatarme que le había sido infiel a mi verdadero amor.
No pude creer lo que había hecho pero tú a esto le sacaste provecho y con mi error me chantajeaste, mientras yo por no querer dañar más a mi esposo te seguí la corriente.
A escondidas nos veíamos y me robabas besos y caricias. Eras un hábil bandido que conmigo se divertía.
Yo cumplía tus deseos mientras poco a poco se desvanecían mis sueños. Esta situación se volvió cada vez más insostenible y su trágico desenlace cada día se hacía más visible.
En una noche estrellada de verano me decidí a contarlo todo y ya no guardarle ningún secreto a mi amado esposo.
Su reacción contra mí era algo que esperaba no temía un castigo recibir y a que me dejara ya me resignaba.
Pero lo que no sospechaba era que contra ti arremetiera. Él te fue a buscar a tu casa y te saco de allí a patadas.
A él, como a ti cuando te metiste conmigo, no le importó que fueses su hermano y flor de golpiza te propició, (yo creí por un segundo que no saldrías de esa bien librado).
Pero pronto se detuvo, nos miró, nos insultó y tras decirnos que ninguno de los dos valíamos la pena allí solos nos dejó.
En la distancia me doy cuenta que aquello fue lo mejor vos y yo dejamos de hacer daño, él dejo de sufrir y cada uno así pudo su camino seguir.
Ahora él es de nuevo feliz pues tiene un nuevo amor, (al igual que yo). Se puede decir que nuestros corazones se han sanado y volvieron a sentir.
Las noticias que me llegaron de ti son que todavía sigues siendo un fanfarrón, un bandido sin corazón pero que has sido atrapado en un desliz.
Feliz de aquella que en tu juego te ha ganado pues en nombre de todos se ha vengado. Ya no hay necesidad de guardarte rencor y puedo deshacerme ya de aquel viejo dolor.
Aún así pienso que aquella noche, que en nuestros corazones se erigió, nos dolió a los tres.
De eso queda huella en nuestra memoria, y cruelmente se evidencia en un golpiza y en el fin de una historia.
FIN
 Alexiss Mocçia®

2 comentarios:

  1. Los escritos de Alexiss Mocçia son de mi autoria y los expongo aquí para deleite de los lectores. Besos y gracias a todos ustedes.

    ResponderBorrar
  2. Atrapante historia sin dudas. Veo la resignación de la poca lucha. Lindo retrato. Saludos

    ResponderBorrar