viernes, 19 de diciembre de 2014

Siete lunas:



Siete lunas
dibujan en la noche siluetas
que danzan con las sombras
 de este triste poeta.


Nueve musas
le regalan estrofas
que entona en la penumbra
mientras se le desgarra el alma.


Se ha perdido
en sí mismo,
y solo lenguas muertas
le recitan cosas buenas.


En una mentira ha vivido
creyendo que solo en el cielo está el paraíso.
A jugarse por sus sueños no se ha atrevido
y en el miedo se ha rendido.


Si pudiera le daría mis alas.
Si pudiera alejaría sus penas.
Si pudiera le inventaría ganas
pero a él ya no le llega nada.


Vive ajeno a todo
pues roto esta por dentro.
Y es por eso que las siete lunas lo han tomado por loco,
y le regalan fantasías para entretenerlo un poco.


Todos quisiéramos su sabiduría,
pero preferimos quietud sin osadía
y nos refugiamos en la mísera caricia
de una causa perdida.


Y así como él
nos estacamos sin saber,
el potencial que podríamos tener,
 pues nos doblega el temor a perder.


Y entonces las siete lunas
venden para nosotros siete mentiras
que compramos para disfrazar la agonía
de no ser valiente siquiera un día.

Alexiss Mocçia®

(El Crédito de la imagen no es mío)

lunes, 15 de diciembre de 2014

Te acuerdas querida amiga:



Te acuerdas querida amiga
cuando nos dijeron que parecíamos pareja,
pues déjame decirte que ahora no me parece tan loca esa teoría
aunque la verdad tras ella sea bastante compleja.


Quién diría
las vueltas que tiene la vida
pues ahora que ambas somos parecidas
en ti para este sentimiento no hay cabida.


Es una triste ironía
que caiga en cuenta que te quería
cuando ya tienes a alguien en tu vida.


Es un cruel castigo
que tendré que llevar conmigo
por consciente de mis emociones no haber sido.


Tiempo atrás,
se hubiese escuchado un vals
acompañando esas palabras
que ya es tarde confesar.


Pero hoy solo se oye un violín,
que anuncia que te perdí.
Y aunque no lo parezca quiero que seas feliz
incluso si es sin mí.
Alexiss Mocçia®

(El crédito de la imagen no es mío)

martes, 9 de diciembre de 2014

¿Te importaría?


¿Te importaría si te beso?
Que va a importarte si para vos esto no es más que un juego.
No va a molestarte un beso, dos o tal vez tres.
No tendrá relevancia si es un beso de él, de mí o de aquel.


¿Te importaría concederme este baile?
Que va a importarte si para vos no sos de nadie.
Puedo tomarte yo, aquel, e incluso tu amigo infiel ;
mas nadie debe olvidar que tu esencia es como la hiel.


¿Te importaría si cometo el pecado de tocarte?
Que va a importarte si te sientes una obra de arte.
Sabes que a todos con tu andar enciendes,
pero logras con una mirada decir que solo contemplarte pueden.


¡Qué descaro!
el de mi corazón desbocado,
que tras un error no calculado
se halló de ti prendado.


«¿Te importaría si hoy te hago mía?»
Se escapa esa propuesta sin querer de mis labios.
«Creí que tendría que esperar para eso toda mi vida»
Contestas ante el asombro de mis ojos lujuriosos.


Me miras divertida.
Me tocas de manera indebida.
Me sonríes toda encendida.
Y me besas más que decidida.


Y ahora sé que si te importaba
quién te besara,
con quién bailaras
y quién te tocara.


Ahora sé que por una mujer
que te sepa querer
sin pensar en el mañana,
tú esperabas. 

Alexiss Mocçia®

(El crédito de la imagen no es mío)

martes, 2 de diciembre de 2014

Un viaje en bus:



La música sonando en mi reproductor,
imágenes sucediéndose en la ventana de un bus.
Mi sonrisa reflejada en el espejo retrovisor,
y un rayo de sol regalándome su luz.


Desconectada del mundo,
sumergida en recuerdos e imaginación.
En la garganta un grito mudo,
 que se vuelca en el papel en forma de inspiración.


Suenan dulces canciones
que hacen vibrar al corazón
y se superponen a las discusiones
de los pasajeros ingratos.


Y en medio de todo tus ojos
esos que me encontré sin querer
cuando desvié mi mirada del pequeño espejo
y en la gente que comenzaba a subir me concentré.


¡Qué sorpresa fue!,
el verte sonreír después
regalándome una mañana cálida
con aroma a casa.


Si no fuera por la parada que llega
me atrevería a dirigirte la palabra.
Halagaría tu sonrisa
y luego pediría disculpas por mi osadía.


Quizás te provoque risa
con mis tonterías
y te invite un café,
si logro convencerte de mi buena fe.


Pero el timbre suena
pronto he de bajar en mi destino.
Te dedico una última mirada risueña
 y pienso que quizás te vuelva a cruzar en el camino.

Alexiss Mocçia®


miércoles, 26 de noviembre de 2014

En otoño


En el otoño he nacido
y el viento mi cuna ha mecido.
Son las hojas secas el color de mi pelo
y las raíces en la tierra la que tiñen mis ojos.


Son mis emociones grises remolinos
y mis aspiraciones fuertes torbellinos.
Es mi hobbie escribirte,
mientras la mañana de oro se viste.


Es un hábito dedicarte el amanecer
y soñar que contemplas conmigo el atardecer. 
Has hecho de mí una romántica,
en toda la extensión de la semántica.


Si me vieras ahora subida al bus
 escribiendo frases inconexas
en un intento de enviarte luz
allí donde te encuentras.


De seguro reirías
aconsejándome que deje de ser idílica,
que amores de cuento no se ven en nuestros días
y que es mejor aprovechar los atisbos que encuentres de alegría.


Pero por tus ojos claros
bien vale el esfuerzo
de intentar alcanzar tus manos
aunque la realidad caiga en mí con su peso. 

Alexiss Mocçia®


viernes, 14 de noviembre de 2014

Sin miedo

(El crédito de la imagen no es mío)


Perdida en el mar de tus ojos,
juntando de mi los despojos
de un corazón vuelto trozos.

Pienso que todo sabe a poco,
que el mundo está loco
y que no hay en la vera ni un solo punto de apoyo.

Siento que en mi las cosas cambian,
que aquello que me calma
y mi mente aclara
el destino lo ha dejado en tu alma.

Por eso sin miedo
suelto mi pasado.
Por eso con tino
arrojo de nuevo los dados. 
Alexiss Mocçia®

lunes, 3 de noviembre de 2014

Mi propia voz:


Otra vez la angustia en mi pecho recordándome la soledad que siento. Y aunque dije que esperaría el amor tan paciente como quien espera que el otoño se vuelva primavera, no puedo evitar que me embargue la pena.
Y me pregunto si habrá alguien para mí, bajo este sol de abril. Quizás uno de esos hombres que no me supieron en el pasado ver. O tal vez una de esas mujeres que me roban el aliento en sueños aunque yo no sepa aún bien el porqué.
Es aquí que veo que soy una muñeca rota, esas de porcelana que alguna vez fueron gloria y hoy son nada. Y entonces me doy cuenta que no me diferencio de aquel Pierrot que entre calles añejas habla del dolor que hay detrás del amor.
Elevo entonces una canción al vacío preguntándome quién soy, y me vuelve un eco silencioso que sabe a frío. Nadie a la vera de esta triste soñadora con alma de niña loca.
Nadie en la senda de esta joven mujer con ansia de querer, corazón de poeta y voz de trompeta.
Y suena a lo lejos un ruiseñor que se acopla a la canción de un viejo trovador que con mandolina y ron, nos habla de la derrota y el sinsabor.
Y en la vera de este mar voy llenando mis pulmones de sal. Y en cada respiro siento que vivo y en el mecer de las olas vibro.
Solo pies caminando en la orilla. Solo ojos perdiéndose en el horizonte lejano. Solo congojas que riegan lágrimas en mis mejillas. Solo un grito ahogado que no sabe llegar a ningún lado.
Y en medio de todo un corazón que late, que desea que sepan que arde. Un corazón que le dice a mi cuerpo que aún no es tarde, que no baje los brazos, que alce vuelo y busque el amor.
Y una voz que bien puede ser mi madre o Dios que clama; «Se libre, se vos». Una voz que se lleva el miedo de mostrarme tal cual soy, de abrir de par en par las puertas de mi corazón y de alzar de nuevo mi propia voz.    

Alexiss Mocçia®

(El crédito de la imagen no es mío)