El bardo hace sonar
la guitarra y todos ahogan su desamor en una cerveza de galeón. Se cantan
leyendas y todos recuerdan las hadas que les rompieron el corazón.
Viejos proverbios
se mezclan con consejos de amor. Los jóvenes escuchan a los ancianos y
descubren que éstos han llorado.
Hay preguntas que
mueren en el aire, mientras las armonías de una gaita se suman a la guitarra
del bardo. Poesía que los forasteros no comprenden pero sienten y se hermanan
con los locales, porque también han tenido amores que se perdieron en el mar.
Lagrimas que se
acumulan en los ojos, suspiros que llenan la taberna, y la cerveza de mesa en
mesa. Material que el bookman recolecta, hará quizás de esto una
tragedia o una comedia.
O quizás otra
poesía para gaita y guitarra. Y eso porque en esta tierra aún no existe el
bandoneón. Pero ya habrá más penas para que las cante Malena, mientras tanto
dejemos que esta historia la cuente el bardo de la taberna...
Alexiss Moçcia®
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