Palabras mudas
que mueren en la boca
traen verdades ocultas
que el insomnio provocan.
Se tejen miedos de noche
y se agiganta el reproche
de aquello que no se resolvió
y que aún causa dolor.
Lloran mis ojos esta madrugada.
Busca mi cuerpo una caricia desesperada.
No me gusta la realidad que toca
y quisiera que la fantasía cobrase vida.
La niña que fui se ha ido.
La adulta que debo ser no ha salido
de aquel capullo de mariposa
y mientras tanto la ansiedad aflora.
Busco aplacarla con la tinta
que lleva el hilo de mis ideas
e intento que no mienta
en cada trazo que el que se revela.
Y así entre murmullos y lamentos
se exorcizan los tormentos
de una soñadora
que tiene oficio de guerrera.
Y quizás en el mañana
que lento se acerca
alce la cabeza
sonriendo de verdad.
Alexiss Mocçia
(El crédito de la imagen no es mío)
Excelente reflexión, exorcizar demonios y alentar el alma.
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