jueves, 30 de septiembre de 2010

Los debates



En la era en que todo genera debate, me empecé a preguntar en qué consisten los debates, cuándo son necesarios y qué elementos hacen valido un debate. Y me di cuenta que este tema y sus preguntas genera debate en sí mismo, por lo que decidí ir a los orígenes de la cuestión. Para empezar daré el exacto significado de debate, según el diccionario, y luego continuare detallando su progreso a lo largo de la historia hasta llegar al uso actual de la palabra y la acción de debatir.
La palabra “debate” significa contienda, lucha, controversia; ésta ultima palabra proviene del latín y significa discusión extensa y reiterativa entre dos o más personas sobre un tema en particular. No sé sí los mesopotámicos y los egipcios lo utilizaban, pero sí tengo entendido que fueron los griegos del siglo VI a. C. los que debatieron en el Ágora (plaza), sobre temas relacionados con el origen del universo, la naturaleza, el hombre y demás cosas que dieron origen a la filosofía. Los filósofos hicieron mucho uso de la acción de debatir, la fueron modificando, la complejaron y llevaron a otros nivele. Se transformó o se fusionó con la dialéctica, la cual fue llevada, por Platón, a los diálogos escritos.
Los romanos lo utilizaron dentro del Senado, en momentos de Republica, y los temas a tratar eran todos relacionados con la política, sobre todo la forma de organizar y tratar los territorios conquistados.
Luego más adelante en el tiempo, Edad Moderna para ser más precisos, numerosos científicos y pensadores revolucionarios se valieron de este recurso para convencer a los otros de sus teorías; mostrando evidencias y/o demostrando con experimentos, o comunicando ideas, a veces de forma directa, otras de manera más sutil.
Y ahora en nuestra era se debate por todo y por nada. Algunos debates son obtusos e inicuos, parecen no conducir a ningún lado y se ven como batallas campales. Mientras que otros son más consistentes y pertinentes, llegan a ser grandes intercambios de ideas que ayudan a crear consciencias, que suman su granito de arena para hacer de este mundo un mejor lugar.
Yo estoy más que a favor de los debates, creo que son la mejor forma de reconocer las diferencias, de ver las ideas opuestas y/o a favor de algún tema en particular, llegando a aceptarlas y pensando en construir a partir de ellas. No debemos por ningún momento ignorar las diferencias, y las ideas contrarias a nuestro parecer, pues estaríamos atentando contra el libre albedrío y contra nuestro derecho a pensar distinto a los demás. Por eso con esto que expuse propongo que usemos el debate como forma de acercarnos al otro. No le temamos a la otredad, sin ella no podríamos formar nuestro carácter, nuestra personalidad ni reconocernos en nuestra condición de ser humano. Para que el ser humano sea tal debe relacionarse con otros seres humanos; en otras palabras su humanidad está en la relación con el otro.

martes, 28 de septiembre de 2010

Una ultima lágrima y adiós:





Qué guardarán tus ojos
que hoy esquivan los míos.
Qué pensará tu mente
que hoy te hace estar ausente.


Es como si no estuvieras aquí;
o como sí ya no me quisieras a mí.
Antes te mostrabas tan feliz,
que yo sentía que era parte de ti.


Pero de un momento a otro
todo sufrió un cambio,
ya no te encontrabas feliz a mi lado
y yo ya no te sentía mío.


Nuestra historia hoy tiene final,
porque creer que sería eterna fue nuestro error.
Así fue como no nos dimos cuenta de la ráfaga fatal,
que termino por arrasar nuestro amor.


Parece mentira que tan solo ayer
eras el centro de mi vida.
Y hoy eres aquel
que se ha llevado de mí, la alegría.


Pero las cosas así son
y debo acostumbrarme a ello,
ya no viviremos al son
de aquella melodía, que lo hacía parecer todo bello.


Es evidente que ahora todo es diferente
tú ya no estas presente
y yo ya no soy más la misma
que antes te seguía, de acá hasta la cima.

Por eso el día de hoy
suelto nuestra historia de amor
te digo sinceramente adiós
y con esta lagrima dejo que se vaya mi dolor.

 Alexiss Mocçia®

domingo, 19 de septiembre de 2010

Con un austero gesto decirme adiós y nada más





De haber sabido
que al pelear por mi sueño te perdería
de seguro no me hubiera ido
y hoy contar contigo podría.

(Coro)
Es evidente que hoy no me quieres ver
y que es este el final que tú prefieres:
Darme un beso en la mejilla,
y con un austero gesto decirme adiós y nada más.


Las cosas tan rápido habían sucedido
que yo ni cuenta me di.
Y cuando al fin me percaté de lo que en mi vida había acontecido
tú ya no estabas aquí.


(Coro)


Hoy esperas que no te busque
que de ti me olvide
que nada te reproche
y que deje de amarte.


(Coro)


Y es así que contigo no puedo enojarme
pues fui yo quien primero se fue
Y es así también como hoy debo dejar de quejarme
y aprender como olvidarte de una vez.


(Coro)


 Alexiss Mocçia®

domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Quién lo iba a decir?, Intento de canción


Mirando hoy atrás
me doy cuenta que no te debí dejar
pues la soledad no es para mí
ya que no sé hacer nada sin ti.

Coro
¿Quién lo iba a decir?
que si me faltas no sabría vivir.
¿Quién lo iba a predecir?
que si no estas no podría sonreír.
¿Quién lo iba a saber?
que ya no te volvería a ver.
¿Quién lo iba a preveer?
que nunca más te iba a tener.

No puedo conformarme
con este adiós tan distante.
Y tampoco puedo comprender
el porqué me toca hoy perder.

(Coro)

Sé que como amigos no íbamos a quedar
pues todo rompimiento termina mal
pero no era para que me trataras
como si yo no existiera más.

(Coro)

Aunque tú de mi te olvides
yo te recordaré.
Y a pesar de que ya no me quieras ver
por siempre, en mi corazón te llevaré.

(Coro)
 Alexiss Mocçia®

lunes, 23 de agosto de 2010

Ahora estoy mejor


(el crédito de la imagen no es mío)


A mi corazón la pena invadió,
cuando me dijiste adiós.
Pero hoy estoy mejor,
ya que redescubrí el amor.


Esta vez sé que es para siempre,
pues lo siento desde el alma hasta la mente.
Soy una mujer libre y fiel,
y él ama hasta mi piel.


Su amor lo llevo muy dentro,
pues golpeo fuerte mi puerta, más como un suspiro entro.
Sus caricias son mi sol,
y yo muero por su voz.


Aquel día en el que dijiste adiós,
creí que no sabría vivir sin tu amor.
Pero hoy me siento mejor,
con alguien que llena mis días de color.


A su lado no existe ni tiempo ni espacio,
y mi alma ya no siente vacío.
Con él soy infinitamente feliz,
y ya no me importa estar sin ti.


Se que no me has olvidado,
y que todavía recuerdas mis abrazos.
También me han contado
que lloras el haberme dejado.
Pero yo ahora estoy mejor
y de ti poco recuerdo ha quedado.


Dicen en el pueblo que soy cruel
pues ahora que me quieres,
la que te deja soy yo.
Pero es que ahora estoy mejor,
en los brazos de otro amor.

 Alexiss Mocçia®

lunes, 16 de agosto de 2010

Platónico Amor


(el crédito de la imagen no es mío)


Miraba por la ventana,
cuando un recuerdo me heló la sangre.
Un escalofrío recorrió mi espalda,
dibujando como un río su margen.


Una mañana como esta
fría y desierta.
La nieve caía,
y los pocos que pasaban no tenían alegría.


Yo iba de salida,
rápido caminaba para la caballeriza.
Cuando de pronto le distinguí,
llevaba puesto un brillante uniforme, era un alguacil.


Al pasar por mi lado,
me saludó con la mano.
Al tiempo que yo le sonreía,
él de mi vista desaparecía.


Caminaba con prisa,
parecía una suave brisa.
Se dirigía al castillo del rey,
a saludarlo como obliga la ley.


No pude seguir pensando en él,
pues del establo salió mi padre
que con voz grave y resonante
me llamaba insistentemente.


Al terminar la jornada,
lo vi bajar la cañada.
De seguro iba hacia una batalla,
pues lucía una armadura dorada.


Las noticias del frente llegaron,
y no se hicieron esperar los malos presagios.
Muchos soldados habían caído,
se decía que el rey había perdido.


Pero pronto se supo,
la victoria era nuestra.
Ya que un capitán justo,
la había conseguido por medio de una perdida funesta.


Mi amor platónico,
soldado heroico,
su vida había dado
para cambiar nuestro hado.


Yo pobre e infeliz,
lo llore a mares.
Todavía me acuerdo de cuando le sonreí,
y fui toda cantares.


Hoy solo queda el recuerdo,
de su saludo con la mano,
de su paso por mi lado,
y de un corazón helado.

Alexiss Mocçia


Las Miradas




Hay algo común y corriente en las personas, que podría constituir un increíble fenómeno del cual pocos o ninguno se percata; “el poder de las miradas”.
Las miradas son en si mismas una gran eventualidad, pues expresan los más profundos sentimientos, emociones, deseos, inquietudes y hasta pensamientos. Reflejan lo que queremos ocultar, lo que en verdad queremos decir y hasta en algunos casos nos ayudan a explicar mejor lo que estamos diciendo.
Las miradas hacen mucho por nosotros, aunque a veces nos meten en problemas, pues son algo que no podemos controlar. Díganme si no es cierto que cuando estamos cerca de la persona que amamos o que no soportamos, nuestra mirada ha expresado enamoramiento o desagrado. Sé que a todos nos ha pasado alguna vez. Las miradas son espejos del alma, expresan lo que guardamos en el fondo de nuestro corazón. Las miradas no engañan, siempre dicen la verdad; no tratemos, entonces, de ignorarlas ni de querer controlarlas, dejemos que ellas nos guíen, que nos muestren lo que en verdad quieren decir las personas con las que nos relacionamos. Y sobre todo dejemos que nos ayuden a nosotros, por ejemplo cuando queremos declararle nuestro amor a una persona y no sabemos como hacerlo, que sea nuestra mirada la que lo haga.
Con todo esto que expuse quería demostrarles el poder que tienen las miradas, ellas valen más que mil palabras. Pueden expresar amor, repulsión, dolor, enojo, frustración, perdón, alegría, tristeza, felicidad, pasión, ternura, compasión. A ellas nada se les escapa, todo aquello que no podemos ver, toca u oler y mucho menos explicar con palabras, las miradas lo expresan, lo gritan, lo dice y lo explican sin ningún problema, sin ningún tapujo o conflicto, lo hacen de forma natural; así como si nada. Surgen y ya, todo lo dicen y nada lo callan.
Así que si tienen un momento deténganse y contemplen una mirada, aunque sea la de un niño o un bebé; y verán que se trata de un increíble fenómeno, de una singular eventualidad, de un pequeño y gran milagro, que merece distinción, respeto y un poco, bastante, de nuestra atolondrada atención.