Cada
mañana la aurora te despierta con el canto de los pájaros, mientras el viento
te acaricia con su brisa cuando abres la ventana de tu cuarto.
Las
flores que adornan tu entrada se alegran de tu presencia soñadora y te bañan
con su aroma mientras te preparas para desayunar.
Con mate
cocido y unas tostadas en mano te sientes lista para emprender tu día con
ganas.
Sales
para el trabajo sin percatarte de los suspiros que cosechas con cada paso. Vas
inmersa en tu mundo de ideas, pensando que el amor te espera en la una esquina
o que quizás pasó de largo sin que pudieras alcanzarlo.
Te
desempeñas con esmero y habilidad a pesar de que no te gustas el trabajo en el
que estás. Pero eres apasionada en todo lo que te propones y no puedes con el
disgusto de no haberlo dado todo.
En tus
relaciones eres igual y a pesar de que por estas fechas cuentas más lagrimas
que sonrisas. Nadie puede negar que no hayas entregado todo lo que eres cada
vez que el amor toco tu puerta.
Aunque
muchos no se percataron de tu valiosa naturaleza y te perdieron por cobardes,
inútiles o vuelta del destino. Déjame decirte que tu potencial solo espera por
ese ser que sepa ver más allá de un juego, un desliz, un tentempié.
Eres ese
tesoro que solo espera ser descubierto, esa hermosura que inspira arte, esa
amiga que más de uno quisiera de amante. Y sin duda eres la luna norteña que
miro y admiro desde Buenos Aires.
Alexiss Mocçia®