Estimados Amigos:
Ya desde hace algunos años, por motivo de las
fiestas, les escribo con el único fin de desearles lo mejor para el año que
entra y dejarles un poco de amor y esperanza para aquel que lo necesite.
Y este año no es la
excepción, porque hoy más que nunca se necesitan palabras cargadas de emoción,
cariño, esperanza y fe. Ya que vivimos momentos muy duros, llenos de odios,
rencores, violencia, tensión y mucha incertidumbre, injusticia e indiferencia.
Hoy se están dando
situaciones en las que parece que todos están contra todos; cristianos vs. ateos
y viceversa; opositores vs. oficialistas y viceversa; ciudadanos de una clase
vs. ciudadanos de otra clase. Todos ellos se olvidan que la vida es mucho más
que un RING y que lo que importa es que somos personas con derechos, y en eso
somos todos iguales.
Nada tiene que ver lo
que creemos o pensamos y mucho menos la clase social; esas pequeñas cosas no
nos definen, o por lo menos no en nuestra totalidad; no nos hacen mejor o peor
sino que son lo que nos toco en suerte o en parte elegimos.
Aquellas cosas que nombré
solo tienen sentido cuando se integran a la totalidad de lo que es una persona, que está compuesta de ideas,
sentimientos, creencias y experiencias (más bien de historias). Cuando estas
cosas obran en conjunto estamos hablando de la esencia, y es ella la que nos
define. Pero no nos define como algo mejor que otro, como algo superior o
perfecto, sino que nos define como ser humano. Un ser humano con errores y
aciertos; y sobre todo con la capacidad de lograr entender y aceptar lo
diferente, de perdonar y pedir perdón, (aunque esto nos cueste demasiado), y eso
porque el ser humano puede amar.
Es amando que se logra
lo imposible; que se construye lo inimaginable; que se tienen grandes sueños;
que se desarrollan las alas para volar y las agallas para enfrentar todo mal. Es
amando que podemos sacar lo mejor de nosotros mismos y de los demás. Aquí
cuando hablo de amor, no me refiero solo a que amemos a nuestra pareja o a
nuestra familia, sino que hablo de que hay que amar todo lo que nos rodea. Amar
a los animales, a las plantas, a nuestro prójimo, (sea amigo o enemigo), lo que
nos gusta y lo que no, lo que disfrutamos hacer y lo que nos obligan a hacer. Porque
si amamos todas las cosas, ya sean causas, proyectos, la naturaleza y/u otros
seres humanos, podemos apostar al cambio, ya que el amor; con sutil encanto;
nos empuja a cambiarnos a nosotros mismo y a todo lo demás.
Este cambio se dará sobre las
bases del respeto, la tolerancia, el entendimiento y el perdón, pues el AMOR,
impulsador del cambio y la unión, significa, o mejor dicho entraña, respeto,
tolerancia, entendimiento y perdón. Si no es así, dime tú que de seguro amas a
tu familia, si acaso no la respetas, no la toleras, no la entiendes y no la
perdonas también. Y acaso va a negarme que en todo este tiempo, no has cambiado
nada de ti por ese mismo amor que le tienes a tus seres queridos, o que ellos
no cambiaron algo por el amor que te tienen a vos.
Es por esto mismo que hoy nos invito a
extender nuestro amor hacia todo lo que nos rodea, para que venzamos las
barreras de los prejuicios, de la injusticia, de la indiferencia, de los odios
y de los rencores. Busquemos amando, en estas fiestas y sobre todo en el año
que entra, un cambiado basado en el respeto, la tolerancia, el entendimiento y
el perdón. Porque después de todos aquellos que se movilizaron en contra de la
guerra de Vietnam con el lema de “Paz y Amor”, no estaban tan locos; pues amar
nos llena de plenitud y ésta propicia la paz.
Además el amor nos permite desarrollar
todo nuestro potencial, nos ayuda a crecer y nos incita a ponernos en el lugar
del otro, dejando de lado nuestro Ego. Es más las grandes hazañas, las
maravillosas creaciones artísticas, y los más esplendidos monumentos se
hicieron por amor, si no mira la lucha de nuestros patriotas librada hace ya
200 años, (ellos amaban a su patria), o escucha la música de Beethoven que
tiene despliega amor en cada nota o contempla el Taj Mahal, es ya muy sabido
que Shah Jahan lo mando a construir en honor a su amada esposa.Por todo lo expuesto hasta aquí es que en estas fiestas pido que no solo renovemos nuestras esperanzas y nuestra fe sino también nuestra voluntad de amar.
Y ahora si terminado mi carta les deseo a todos lo mejor y espero que estas fiestas les traiga paz, prosperidad, felicidad y mucho amor.
A todos:
¡Felices
Fiestas!
Alejandra Edith.