Espada con espada. Estocada tras estocada. Así se presenta tu valentía y
tu destreza.
Defiendes con todo tu ser a tu amado rey, mientras, en vuestra casa, tu
amada teme que no vuelvas a aparecer.
Para suerte de muchos e infortunio de algunos, vuelves de la batalla sin
rasguño alguno. Guardas en tu corazón honor y gloria, que te llena de orgullo y
bizarría mientras emprendes el regreso a tu hogar.
Al divisarte tu esposa, corre a tu encuentro con los brazos abiertos.
Apenas se llega hasta ti, te abraza, te besa, y no pude salir de su asombro,
pues a estas alturas ya te daba por muerto.
Tú con besos y abrazos la convences de que no está soñando. A la vez que
con dulce y firme vos la tranquilizas, prometiendo que no vas a seguir luchando
nunca más.
Pero en el fondo todos sabemos, que como eres un leal caballero, siempre
estarás esperando, con muchas ansías y desmedida esperanza; que la trompeta del
rey, con sus fanfarrias anuncie otra batalla.
FIN
Alexiss Mocçia®